AUTORRETRATO
AUTORRETRATO
Me miro en el espejo.
Una mujer avanza
desnuda,
sin heridas aparentes.
Es una hembra espléndida
en épocas de celo,
tal vez.
Pero ya muerta.
En carne y sombra altiva
despoja sus silencios.
En silencio,
un idioma de albatros
la sustenta.
Se yergue luego
intacta,
con dignidad de hiedra.
Y aferrada a sus muros
de lumbre y soledades,
espera.
*
LOS DIOSES CALLAN TODAVÍA
Prefiero
ser un número en la noche
y no una estrella entre mis huesos.
Celebro
haberme nombrado
antes de que mi nombre
pronunciara silencios.
Tengo la certeza
–un resplandor, una llaga–
de ser lo que aún ignoro
y ya sabe mi muerte.
Vivo el temor
de que la soledad no esté desnuda
y exista el tiempo más allá de la hierba.
Los dioses callan todavía.
*
LIBERACIÓN
LIBERACIÓN
Las manos.
Sometida extremadura
de la avidez y de la servidumbre.
Si pudiera
las dejaría partir
desarraigadas
sabiamente inexpertas
como el tacto feliz de los amantes
buscándose en la oscuridad.
(Fuente: César Cantoni)
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