miércoles, 23 de agosto de 2023

h-elena rodríguez ( s/d )

 

UN FRAGMENTO DE NUNCA-DE-SUS-OJOS

 


 

 

 

Quien pueda descifrar el rostro de un infarto

que siga este poema.

Sólo soy un sonido que no entiende.

 

Ya sé ya sé que aquí no hay nada eterno

y nunca es necesario otro eslabón.

Es obvio que tú no necesitas opiniones

y yo porque soy yo me lo permito.

Hiciste un mal negocio estoy segura

ya sé ya sé con ojos del mar lo he repasado

hiciste un mal negocio.

Hermosa mercancía se llevaron

cenizas recogimos.

Ya sé ya sé sabemos

sabemos hacer corros de vieja que amontonan

certezas en sus cestos con lenguas de serpiente

y luego se santiguan y se van.

Sabemos y sabemos y no sabemos nada-

 

Quien pueda defender esta penumbra

que acuda a otra calleja.

Sólo soy una espina que responde

 

Y que sabrán los niños

que juegan en la orilla con los juncos

Y qué dirán si un día te recuerdan.

Y quién les contará tu verdadera historia.

 

Iría a tu portón a reclamar.

Nunca viniste a remover las migas de mi mano.

Iría a tu portón.

Están las casas viejas aun más viejas

y es fácil encontrarse algunos rostros.

A veces estas casas son muy sabias

a punto del escombro nos colocan

en un rincón suave de memorias.

Largas horas mirábamos las vacas

nos vemos ya más altos

crecer entre cristales dolorosos.

En esta casa ya no vive nadie.

Nos dice muy bajito quiénes fuimos

me dice que arreglemos nuestras cosas

y bajo muy bajito nos advierte

que no abramos la puerta.

 

 

 

h-elena rodríguez

nunca-de-sus-ojos y otras semillas

 

              Amargord ediciones

 

             (Fuente: Papeles de Pablo Müller)

 

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