tres poemas
La madre y la hermana
La madre no llevó a la hermana de la mano
viajó toda la noche sobre sus propios pasos
toda la noche, esta noche, muchas noches
La madre iba sola sin el cesto y el pescado ahumado
la botella de aceite de palma y el vino fresco de las espigas rojas
La madre viajó toda la noche, esta noche, muchas noches, todas las noches
con sus pies desnudos subió la montaña por el este
y sólo llevaba la luna en fase menguante por compañía
y las voces altas de los licaones.
La madre viajó sin las pulseras y los aceites de protección
en el paño mal atado
en las manos abiertas de dolor
estaba escrito:
mi hijo, mi hijo único
no se baña en el río
mi hijo único se fue sin bueyes
a los pastizales del cielo
que son vastos
pero donde no crece el capín.
La madre se sentó
hizo un fuego nuevo con los palos antiguos
preparó una nueva muñeca de boda.
No era su trabajo
pero la madre no descuidó el fuego
enrolló también un humo largo para la pipa.
Las tías al lado del león lloraron dos veces
y los hombres al lado del buey
afilaron las lanzas.
La madre preparó las palabras despacito
pero lo que salió de su boca
no tenía sentido.
La madre miró las entrañas con tristeza
exprimió los pechos marchitos
se quedó callada
en la mitad del día.
~
Amargos como frutos
“Me dices cosas tan amargas como los frutos...”
Kwanyama
Amado, por qué vuelves
con la muerte en los ojos
y sin sandalias
como si otro te habitase
en un tiempo
más allá
de todo el tiempo
Amado, dónde perdiste tu lengua de metal,
la de los signos y del proverbio
con mi nombre inscrito
dónde dejaste tu voz
suave de capín y terciopelo
sembrada de estrellas
Amado, mi amado
lo que regresó de ti
es tu sombra
dividida a la mitad
es un antes de ti
las hablas amargas
como los frutos
(Me dices cosas amargas como los frutos)
~
Mukai*
1
Cuerpo ya labrado
equidistante de la semilla
es trigo
es cizaña
maíz híbrido
zahína
resiste al tiempo
doblado
exhausto
bajo el sol
que le espiga
la cabellera.
2
El vientre sembrado
desagua cada año
los frutos tiernos
de las manos
(es hechizo)
nace
la mantequilla
la casa
el peinado
el gesto
despierta el alma
la voz
mira hacia adentro del silencio milenario.
3
(Mujer por la noche)
Un suspiro quieto
baja
la lentísima garganta
(le roe las entrañas
un nuevo pedazo de vida)
los cordones del tiempo
le atraviesan las piernas
y hacen la conexión con la tierra.
Extraño árbol de hijos
unos muertos y tantos por morir
que del cuerpo a lo alto
navega de tristeza
las horas.
4
El arañón en la piel
enciende la noche
mientras la luna
(por ironía)
ilumina la alcantarilla
anuncia el canto de los gatos
De cuántos partos se vive
para cuántos partos se muere.
Un grito se clava navaja
en la garganta de la noche
recortada sobre el tiempo
pintada de cicatrices
ojos secos de lágrimas
Dominguea, organiza la cerveza
de sobrevivir a los días.
* N. de la T. Mujer.
Versiones de Raquel Madrigal Martínez
/
A Mãe e a irmã
A mãe não trouxe a irmã pela mão
viajou toda a noite sobre os seus próprios passos
toda a noite, esta noite, muitas noites
A mãe vinha sozinha sem o cesto e o peixe fumado
a garrafa de óleo de palma e o vinho fresco das espigas
[vermelhas
A mãe viajou toda a noite esta noite muitas noites
[todas as noites
com os seus pés nus subiu a montanha pelo leste
e só trazia a lua em fase pequena por companhia
e as vozes altas dos mabecos.
A mãe viajou sem as pulseiras e os óleos de proteção
no pano mal amarrado
nas mãos abertas de dor
estava escrito:
meu filho, meu filho único
não toma banho no rio
meu filho único foi sem bois
para as pastagens do céu
que são vastas
mas onde não cresce o capim.
A mãe sentou-se
fez um fogo novo com os paus antigos
preparou uma nova boneca de casamento.
Nem era trabalho dela
mas a mãe não descurou o fogo
enrolou também um fumo comprido para o cachimbo.
As tias do lado do leão choraram duas vezes
e os homens do lado do boi
afiaram as lanças.
A mãe preparou as palavras devagarinho
mas o que saiu da sua boca
não tinha sentido.
A mãe olhou as entranhas com tristeza
espremeu os seios murchos
ficou calada
no meio do dia.
~
Amargos como frutos
“Dizes-me coisas tão amargas como os frutos...”
Kwanyama
Amado, porque voltas
com a morte nos olhos
e sem sandálias
como se um outro te habitasse
num tempo
para além
do tempo todo
Amado, onde perdeste tua língua de metal
a dos sinais e do provérbio
com o meu nome inscrito
onde deixaste a tua voz
macia de capim e veludo
semeada de estrelas
Amado, meu amado
o que regressou de ti
é tua sombra
dividida ao meio
é um antes de ti
as falas amargas
como os frutos
(Dizes-me coisas amargas como os frutos)
~
Mukai
1
Corpo já lavrado
eqüidistante da semente
é trigo
é joio
milho híbrido
massambala
resiste ao tempo
dobrado
exausto
sob o sol
que lhe espiga
a cabeleira.
2
O ventre semeado
deságua cada ano
os frutos tenros
das mãos
(é feitiço)
nasce
a manteiga
a casa
o penteado
o gesto
acorda a alma
a voz
olha p’ra dentro do silêncio milenar.
3
(Mulher à noite)
Um soluço quieto
desce
a lentíssima garganta
(rói-lhe as entranhas
um novo pedaço de vida)
os cordões do tempo
atravessam-lhe as pernas
e fazem a ligação terra.
Estranha árvore de filhos
uns mortos e tantos por morrer
que de corpo ao alto
navega de tristeza
as horas.
4
O risco na pele
acende a noite
enquanto a lua
(por ironia)
ilumina o esgoto
anuncia o canto dos gatos
De quantos partos se vive
para quantos partos se morre.
Um grito espeta-se faca
na garganta da noite
recortada sobre o tempo
pintada de cicatrizes
olhos secos de lágrimas
Dominga, organiza a cerveja
de sobreviver os dias.
***
(Fuente: La comparecencia infinita)
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