Escena de la película de Almodóvar "Los abrazos rotos" |
MATRIMONIO
a Tyrone
Ya no tendremos más el agotarse
en el cuerpo del otro, ni los días
que en un instante eterno se prolongan:
el tiempo, desde ahora, será un túnel
por donde sólo quedará avanzar
aunque apenas veamos los obstáculos;
y el cuerpo, una parcela cultivada
donde comer cuando tengamos hambre.
Estos anillos que nos damos valen
no por lo material de la aleación,
testimonio de un pacto o de una alianza
que advierte que no todo es ya posible,
sino por el vacío que en el centro
nos recuerda la falta que teníamos
y nos previene de intentar llenarla
el uno con el otro, el uno al otro.
en el cuerpo del otro, ni los días
que en un instante eterno se prolongan:
el tiempo, desde ahora, será un túnel
por donde sólo quedará avanzar
aunque apenas veamos los obstáculos;
y el cuerpo, una parcela cultivada
donde comer cuando tengamos hambre.
Estos anillos que nos damos valen
no por lo material de la aleación,
testimonio de un pacto o de una alianza
que advierte que no todo es ya posible,
sino por el vacío que en el centro
nos recuerda la falta que teníamos
y nos previene de intentar llenarla
el uno con el otro, el uno al otro.
Traducción Ezequiel Zaidenwerg
(Fuente: Emma Gunst)
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