Salgo al campo de noche
La luna está tan alta, que casi
Toca la Osa Mayor. Salgo
De la ciudad por el camino del Oeste.
El viento húmedo me sacude
La capa. La hierba escarchada me cala
Las sandalias. A lo lejos cantan
Los pescadores en el río. Sobre las
Tumbas caídas bailan los fuegos
Fatuos. Se alza un viento helado que
Me sume en la melancolía.
Intento evocar palabras que expresen
La pavorosa soledad. Cuando
Llego a casa, la noche está muy avanzada.
Me quedo largo rato en la puerta.
Mi hijo está despierto, leyendo. De
Repente rompe a reír y toda la
Tristeza del ocaso de mi vida se esfuma.
en Cien poemas chinos, 2001
Traducción de Carlos Manzano
(Fuente: Descontexto)
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