viernes, 25 de agosto de 2023

Eric Gamalinda (Filipinas, 1956)

 

Definición del flamenco en 241 palabras

 


 
 
 
Le ha tomado al mundo todo este tiempo
para recordar mi nombre.
Me vale.
Le ha tomado a la niebla todo el mes
para revelar las montañas heladas,
al sol para rezagarse en el este,
al cactus para desplegar
su flor sexual.
Me vale.

De todos modos nadie se queda,
y aquellos que miran hacia atrás
no tienen instrumentos o mapas,
sólo descubren sus propios pasos
en la firma del polvo.

Dejaré una cruz
por cada década de guerra,
una espina por cada cien vidas
reducidas, un guijarro
por cada niño nonato.
Eso es todo lo que obtendréis de mí.

Os mostraré el camino
fuera de los senderos lunares hacia el ombligo
del mundo, donde un gran ser
aún guarda su fuego secreto.

Será pronto, vendrá
en la forma de un rayo,
en la aflicción de las aves,
en el lamento de los sapos.

La tormenta se va
en un suave fandango,
es la cicatriz de la mañana,
el progreso de la luz

en el grito de la mujer
haciendo el amor,
en el resplandor muscular
de los caballos,
en el dolor de Al-Andalus.

Lo he visto al menos una vez,
la insoportable belleza
de la luz explotando
en estas montañas
y los más cariñosos ojos de amor.

Cada vez más y más se ha vuelto
imposible hablar de ello,
y cada vez que lo intento
me encuentro hablando
los arcaicos dialectos
en los que faltan
algunas palabras,

como «enbuenahora»
u «hogar.»
 
 

Eric Gamalinda, incluido en Lo último de Filipinas. Antología poética  (Huerga y Fierro editores, Madrid, 2001, selec. de Jaime B. Rosa, trad. de Ellyde Maestre).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)

 

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