Con tu anzuelo de plata,
con las redes tejidas por tus manos
sácame a este pescado frío
que vive adentro de mi estómago.
A la feroz langosta
que tiene en sus tenazas mi corazón.
Al pulpo cenagoso
que navega en mis venas.
Al sapo que croa
echado en mi silla turca.
Al lagarto ojeroso
que mastica mis vísceras.
A la pequeña sanguijuela
instalada en mis ojos chupando sueño.
La pesca se cotiza en el mercado
y yo dormiré
como antes de la invasión de los monstruos.
(Fuente: Life vest under your seat)
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