Sí, música de peces
Un viento color trucha
me sopla por los ojos, por los dedos,
y yo me acuerdo de las truchas
que se escondían de los dinosaurios
cuando iban al río a tomar agua.
Las truchas se escondían en subtes, en castillos
y automóviles. Esperaban, pacientes,
que se fueran los dinosaurios.
Traducción de Ezequiel Zaidenwertg
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