TAMBIÉN ESTABA
También estaba aquella otra memoria,
reflejos tibios,
beso tras el espejo del Vishnumati.
En un ojo Swayambhunath,
Katheshimbu en el otro...
pero son los niños jugando al escondite entre las estelas,
las niñas hablando de sus pequeños anillos,
el vendedor de helados invisibles a dos rupias,
los turbados por las campanillas
que llaman a la escuela,
jardín dorado de falsos techos
y pequeños pupitres...
por la ventana
revolotean palomas por el séptimo anillo
y dos niños hacen rabona entre las piedras,
todos idos, muy idos,
templo de la cierva
enfrente.
En Madera de un solo árbol (Cuaderno de Nepal). Ed. Delirio, 2014
(Fuente: Voces del extremo)
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