UN POEMA DE LA CICATRIZ DEL CANTO
LA CICATRIZ
Un soberbio mapa de sangre, el límite preciso
JAIME RAYO
I
El Salvador es una bolsa negra
encerrada en una corchea de alguna canción de la Habana
bajo la tutela de las tormentas del norte
o en la lágrima tatuada en la espalda del niño de Hollywood
en el suspiro del papel que cicatriza el disparo por encargo
el homicidio desdentado que cacarea al insomnio
en esta ciudad donde palpita el humo sobre los tejados
Los barrios cicatrizas como el pozo donde se asilan los muertos
cuando la luna es un vals que vomita las estaciones
y se detiene en las ramas de los árboles
en la sordomuda noche que agoniza en el plumaje de la lechuza
Los barrios tienen ojos en los gemidos
en la sonrisa de la ceniza
cuando lo que nos queda es la muerte entre las uñas
la iluminada criatura
que nos duele temblorosa como un sapo asustado en el pecho
El plomo es solo esa fábula en las retinas cansadas de los niños
II
(El niño de Hollywood cargaba una fuente de anís en la boca
cuando lo mataron/ Una nebulosa de arena en los labios
cuando pedía clemencia/ Un indeciso alacrán en los huevos
de querer tener un mortero en las manos/ Esa piedra viscosa
que odia cuanto se revienta en los cuatro puntos cardinales/
La anatomía de la nieve en los dientes cuando se grita por
todo el odio del mundo/ La niñez atada a la blancura de
la verga del que pudo violarte en sexto grado/ El niño de
Hollywood/ de Boston/ Milán/ Ahuachapán/ Que garabatea
sobre el temblor de las rosas el eco de los balazos/ El rastro
sobre la arcilla de ese labial/ La luz y el viento/ Los polos
dormidos en el pañuelo menguante de todas las funerarias/
La vela que tartamudea el llanto/ Ese niño se parece a mí o a
usted cuando la saliva se seca ante la angustia de que puedan
matarlo)
III
Fuck you dice usted con los dientes podridos
de tanto fumar puros y beber alcohol barato
al de los ojos aplastados como una cuchara de níquel
cada vez que mata y le brilla la muda penumbra
como una helada diadema en la mano derecha
cuando se bebe el corazón ansioso
por dejarle una cicatriz en la cara
Fuck you dice usted mientras respira
como un espejo empañado y ve su sangre
correr como el suspiro de un barrio abandonado
Fuck you dice usted
mientras salta como un mono de tabaco de mano en mano
de labio en labio como un recuerdo
La cicatriz del canto
La Garúa
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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