sábado, 23 de abril de 2022

Juana Castro (Villanueva de Córdoba, España, 1945)

 

UN POEMA DE NUNCA ESTUVE TAN ALTA 

 

 

 

 

Mujer mirando al sur

 

 

 

Mi abuela se sentaba al sol

esperando la muerte

al sol vestida de luto con sesenta

años la sentaban

en la silla de anea

cada día a esperar

la muerte.

Siete hijos mi abuela pero

no conoció varón.

 

Cuando quise

preguntarle a mi madre mil pedazos

autistas me miraron sin verme.

Madre y virgen mi autista

rasgándose en el frío

estudia hija estudia

la mano el libro el chocolate

el cuerpo

el cuerpo las estrellas el bosque

las palabras el cuerpo

la película el vino la carne

del melón rajando mi garganta

relámpagos el zumo la sandía

no se hace eso no se hace

las siestas y las sábanas

mi secreto

pecado solitario.

 

La vela que en mi mesa

se agota y se deshace

también llega a su fin.

Pero el cuerpo esta savia

venida de mi madre de mi abuela

me explota aquí en las sienes

en el sol y en la sangre

la granada

que es una y mil granadas

licuándose

calidoscopio azul mis dientes

el clítoris la luna la vagina

los limones candelas

ese tronco de encina quemándose

mi cuerpo

que no se apaga nunca

que no se acaba nunca

 

mi brindis

ese brindis de autista para siempre.

 

 

 

 


En: Nunca estuve tan alta

 

Sabina editorial

 

(Fuente: Papeles de Pablo Müller)



 

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