sábado, 29 de enero de 2022

Soledad Álvarez (Santo Domingo, República Dominicana, 1950)

 




Al desnudo    




Frente a ti han ido cayendo 
uno a uno los velos que me cubren, 
y el fulgor, la fábula arrebata que fui 
como flor de sal en el agua 
se han perdido. 
Mira la antípoda impía de lo que deseaste, 
bajo la luz que no tiene escudo ni vuelta 
mírame las astillas del hombro 
las uñas sin consuelo 
la almendra del vientre trocada en 
    cuesco exangüe, 
el sexo donde el deseo depositó su tibieza líquida 
una medusa prensada entre tablas. 
Desnuda estoy del desnudo que me disfraza 
mis ojos ya no son el fanal de tus viajes nocturnos; 
de mis senos no mana la lecha que te alimentaba
y en mis sienes no pastan furias ni caballos.
Ah las imágenes que perseguí y perdimos
la lumbre efímera, la imposible divisa destrozada;
pero al final del día mi corazón es la casa
       donde te acojo
sin velos, con dulzura de amapola.



Coda




Nada quedará de tu presencia
que no sea el recuerdo:
pedazos de imágenes
rastros que otras presencias desvanecerán.
Nada quedará de esta tarde:
ni la felicidad que comienza
con el ruido de las cucharillas en las tazas
      de café
entre paredes y platos descascarados
el sillón de mimbre a punto de sucumbir
     bajo el peso de los libros
la ropa sobre la cama
y tras la ventana el azul ondeante
agujereado por los árboles.
Mañana escribiré sobre la muerte de los amantes
y recuperaré entre todos los momentos
el que nos salvó del miedo y su deriva
el más limpio
cuando dijiste que el amor no contradice
la ausencia del amor
y tus ojos se humedecieron
y acariciaste mi espalda
con la delicadeza
del que se aleja de puntillas.
 
 
Fuente: Acento
Enlaces: Moño hecho | Poesía.us  | Revista Altazor 
Imagen en Youtube
 
(Fuente: El Poeta Ocasional) 



 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario