De "El poeta laureado"
5. El poeta gana su heredad
Más voces
y más sonidos cristalinos
de vasos entrelazados en la danza
como una oleada marina y veraniega
pero casi diez años después
o antes.
Por el otro lado de la casa
que se abría al final del pasillo
tocaron el timbre y justo
bajé a abrir la puerta yo.
Ahí estábamos y era diciembre.
Unos pocos días antes
el amigo de un poeta novel
había muerto luego de un incendio
narcotizado en su casa y solo.
Alguien dedicó poemas
y alguien los colgó sobre un cordel
mientras la brisa de diciembre
desintegraba en un solo instante
todo el lapso del verano
que acababa de instalarse
sobre unas nubes tan puras de tan blancas
reapareciendo al final de la lectura.
Más y más hacia la noche
personas que construían diálogos
y prolongadas ecuaciones de palabras
sobre esa terraza iluminada de La Paternal
con unos flashes de los reflectores
y las luces que el viento movía
entre nubes ahora espesas
que desprendía la gente
exhalando hacia arriba
hacia la bóveda azulada
atravesando el aire
con el humo blanco
de sus cigarrillos.
Y después como atraídos
por cápsulas espaciales
despegando silenciosas
aisladas y retraídas
se iban yendo
y elevando
todas juntas a la vez.
(...)
En: El poeta laureado, Carretilla Roja, Monte Grande, Buenos Aires, Argentina, 2017
Carretilla Roja - Caleta Olivia - Op. Cit. - Emma Gunst - Música Rara - Otro Páramo - La Primera Piedra - 1 Poeta 10 Preguntas - Cuadernos de Traducción
Foto: Laura Crespi/Facebook
(Fuente: Campo de maniobras)
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