Excluida por la academia norteamericana y desconocida en Suramérica, Carolyn Forché (Detroit, 1950), poeta, editora, profesora, traductora y defensora de Derechos Humanos, es una de las voces más contestatarias de EE.UU. En traducción de Miguel Falquez-Certain, presentamos tres poemas de su segundo poemario The Country Between Us (1981), publicado con la ayuda de Margaret Atwood, y con el que fue galardonada con el premio Alice Fay di Castagnola de la Poetry Society of America.
Porque a uno siempre le olvidan
……………………………………….In memoriam, José Rodolfo Viera
……………………………………….1939-1981: El Salvador
Cuando sepultaron a Viera supimos que el fin había llegado,
su ataúd se mecía en su descenso como una barca o una cuna.
Podría coger mi corazón, dijo, y dárselo a un campesino
y él lo descuartizaría y me lo devolvería:
no se puede comer el corazón en esos cuatro cuartos
oscuros donde pueden encerrar a un hombre durante años.
Un niño soldado usa su navaja bajo el sol calcinante
para despellejar la cara de un muerto
y guindarla de la rama de un árbol
para que con esos rostros florezca.
El corazón es la parte más fuerte del cuerpo.
Es en las manos que se encuentra la ternura.
Because One Is Always Forgotten
……………………………………….In memoriam, José Rodolfo Viera
……………………………………….1939-1981: El Salvador
When Viera was buried we knew it had come to an end,
his coffin rocking into the ground like a boat or a cradle.
I could take my heart, he said, and give it to a campesino
and he would cut it up and give it back:
you can’t eat heart in those four dark
chambers where a man can be kept years.
A boy soldier in the bone-hot sun works his knife
to peel the face from a dead man
and hang it from the branch of a tree
flowering with such faces.
The heart is the toughest part of the body.
Tenderness is in the hands.
El coronel
LO QUE LE CONTARON es verdad. Yo estaba
en su casa. Su esposa nos trajo café y azúcar en una bandeja. Su hija se
limaba las uñas, su hijo se había marchado a divertirse. Había
periódicos, perros domésticos, una pistola sobre el cojín junto a él. La
luna desnuda oscilaba colgando de una cuerda negra por encima de la
casa. En la televisión pasaban una serie de policías. Era en inglés.
…..Había botellas rotas incrustadas
en las paredes alrededor de la casa para destrozarle las rótulas a un
hombre o para hacerle las manos picadillo. En las ventanas había rejas
parecidas a las de los expendios de licor. Cenamos, costillas de
cordero, buen vino, una campanilla de oro reposaba sobre la mesa para
llamar a la criada. La criada trajo mangos verdes, sal, un tipo de pan.
Me preguntaron si estaba disfrutando de mi estadía en el país. Pasaron
un breve anuncio publicitario en español. Su esposa retiró todo de la
mesa. Entonces se habló de lo difícil que se había vuelto gobernar. El
loro saludó desde la terraza. El coronel le ordenó que se callara y
apartó la mesa con fuerza. Mi amigo me dio a entender con la mirada: no
digas nada. El coronel regresó con un costal de los que se usan para
llevar los víveres a casa. Desparramó muchas orejas humanas sobre la
mesa. Parecían melocotones secos cortados por la mitad. No hay otra
manera de decirlo. Agarró una, nos la sacudió en la cara, la dejó caer
dentro de un vaso de agua. Allí cobró vida. Ya me cansé de huevonear,
dijo. En cuanto a los derechos humanos, dígale a su gente que se vaya a
la verga. Barrió las orejas con el brazo, las tiró al piso y brindó con
lo poco que le quedaba de vino. Material para su poesía, ¿no le parece?
dijo. Varias orejas en el suelo alcanzaron a captar un hilo de su voz.
Varias orejas estaban aplastadas contra el piso.
Mayo de 1978
The Colonel
WHAT YOU HAVE HEARD is true. I was in
his house. His wife carried a tray of coffee and sugar. His daughter
filed her nails, his son went out for the night. There were daily
papers, pet dogs, a pistol on the cushion beside him. The moon swung
bare on its black cord over the house. On the television was a cop show.
It was in English.
…..Broken bottles were embedded in
the walls around the house to scoop the kneecaps from a man’s legs or
cut his hands to lace. On the windows there were gratings like those in
liquor stores. We had dinner, rack of lamb, good wine, a gold bell was
on the table for calling the maid. The maid brought green mangoes, salt,
a type of bread. I was asked how I enjoyed the country. There was a
brief commercial in Spanish. His wife took everything away. There was
some talk then of how difficult it had become to govern. The parrot said
hello on the terrace. The colonel told it to shut up, and pushed
himself from the table. My friend said to me with his eyes: say nothing.
The colonel returned with a sack used to bring groceries home. He
spilled many human ears on the table. They were like dried peach halves.
There is no other way to say this. He took one of them in his hands,
shook it in our faces, dropped it into a water glass. It came alive
there. I am tired of fooling around he said. As for the rights of
anyone, tell your people they can go fuck them-selves. He swept the ears
to the floor with his arm and held the last of his wine in the air.
Something for your poetry, no? he said. Some of the ears on the floor
caught this scrap of his voice. Some of the ears on the floor were
pressed to the ground.
May 1978
La memoria de Elena
Pasamos la mañana en los
puestos de flores contando
los oscuros badajos de las campanas
que cuelgan de las cuerdas esperando
que llegue el silencio de la hora en punto.
Encontramos una mesa, pedimos paella,
gazpacho y vino, en un lugar donde una luz
apacible se estremece en el pasado.
La última vez que le había deslizado
la mano en el traje fue en Buenos Aires
hacía sólo tres años, con las perlas
refrescándole la garganta y campanas
como éstas trinándole a la noche. . .
Mientras habla, el sonido hueco
de los cascos de un caballo, el sonido
de los huesos que se chocan.
La paella llega, un lecho de arroz
y camarones, barritas y conchas,
los labios de aquellos a quienes
les han arrancado los labios, mejillones
de un azul tenue como el de la fosa de una cadera.
No es ésta una paella, es en esto en lo que
se han convertido aquellos que se quedaron
en Buenos Aires. Éste es el sonido
del disparo de un fusil sobre las piedras—
su mano sobre la boca,
su marido desplomándose sobre ella.
Éstas son las flores que compramos
esta mañana, las dalias arrojadas
sobre su tumba y las campanas
que aguardan con sus badajos cercenados
la llegada de este peculiar silencio.
…………………………………………………………………..1977
The Memory of Elena
We spend our morning
in the flower stalls counting
the dark tongues of bells
that hang from ropes waiting
for the silence of an hour.
We find a table, ask for paella,
cold soup and wine, where a calm
light trembles years behind us.
In Buenos Aires only three
years ago, it was the last time his hand
slipped into her dress, with pearls
cooling her throat and bells like
these, chipping at the night—
As she talks, the hollow
clopping of a horse, the sound
of bones touched together.
The paella comes, a bed of rice
and camarones, fingers and shells,
the lips of those whose lips
have been removed, mussels
the soft blue of a leg socket.
This not paella, this is what
has become of those who remained
in Buenos Aires. This the ring
of a rifle report on the stones,
her hand over her mouth,
her husband falling against her.
These are the flowers we bought
this morning, the dahlias tossed
on his grave and bells
waiting with their tongues cut out
for this particular silence.
…………………………………………………………………..1977
Traducción de Miguel Falquez-Certain
De The Country Between Us (New York, Harper & Row Publishers, 1981).
Carolyn Forché nació el 28 de abril de 1950 en Detroit, Michigan, EE.UU. Es poeta, editora, profesora, traductora y defensora de Derechos Humanos. Su trabajo literario ha recibido numerosos galardones. Obtuvo una licenciatura en creación literaria de Michigan State University en 1972 y una maestría de Bowling Green State University en 1975. Ha enseñado en varias universidades, entre ellas George Mason University en su programa de maestría. El primer poemario de Forché, Gathering the Tribes (1976), ganó la competencia de jóvenes poetas de Yale (posteriormente publicado por Yale University Press). Luego de un viaje a España en 1977, durante el cual tradujo al inglés obras de Claribel Alegría, Georg Trakl y Mahmoud Darwish, le otorgaron una Beca Guggenheim, que le permitió viajar a El Salvador, donde se desempeñó como defensora de Derechos Humanos. Su segundo poemario The Country Between Us (1981), publicado con la ayuda de Margaret Atwood, fue galardonado con el premio Alice Fay di Castagnola de la Poetry Society of America. Algunos de sus otros libros son The Angel of History (1994, poesía); Blue Hour (2003, poesía); In the Lateness of the World (Bloodaxe Books, 2020, poesía); The Horse on Our Balcony (2010, HarperCollins, memorias); un libro de ensayos (2011, HarperCollins); y What You Have Heard Is True (2019, Penguin Press, memorias sobre su estadía en El Salvador). Recibió el Yale University’s 2017 Wyndham-Campbell Prize.
(Fuente: Absiniareview)
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