UN POEMA DE VIOLENCIA
REPRODUCCIÓN
Reapropiarse del lenguaje
implica haberlo poseído
y sabemos que nunca fue nuestro.
Decir es hacer. Pero no puedo decir
fuera de, antes de, al margen de
su lengua, que es mi lengua. La misma lengua.
Lo intento:
Calambre en el estómago. Cremallera rota. Arañazo.
Y tengo miedo de estar creando las escenas
al decirlas,
no revivirlas, sino creándolas.
¿Cómo han conseguido que sospeche de mí?
Lo repienso:
Gritos. Cadena del bolso arrancada.
Abolladura en la puerta.
Y siento la ansiedad del desgaste,
la duda de la traición.
El mal gusto de una mala película de sobremesa.
¿Cómo han conseguido la lealtad a la culpa?
Y me detengo:
Temer a cómo suene el relato.
Al fláccido latigazo de la palabra.
Al eco desvirtuado de la sangre.
Temerme a mí, a mi cabeza, a mi angustia.
Al dolor puesto en duda en boca ajena.
Dudar de mí. Dudar del dolor.
Amar el ruido.
En: Violencia
La Bella Varsovia
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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