Yo usaba las palabras rotas,
las quebradas,
las que irían a morir mañana mismo
en un contenedor,
y las usaba aposta,
a pedradas,
porque sólo en lo que muere
yo soy yo,
sin nada más,
sin nada menos.
Cielo mío,
un poema no es más que una sepultura,
y tú debes caber dentro.
(Fuente: Oficio de poeta)
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