Hablando al duelo
Ah, Duelo, no debería tratarte
como un perro callejero
que viene a la puerta trasera
por un pellejo, por un hueso sin carne.
Debería confiar en ti.
Debería colocarte cuidadosamente
en casa y darte
tu propio rincón
una alfombra gastada para que te acuestes
y tu propio plato de agua.
Crees que no sé por lo que has pasado
bajo mi pórtico.
Deseaste que tu verdadero lugar estuviese listo
antes del invierno. Necesitas
tu nombre
tu collar y etiqueta. Necesitas
el poder para espantar a los intrusos
para considerar
mi casa como la tuya
y a mi, tu persona
y a ti mismo
como mi propio perro.
~
Cargando la luz
Llueven
diamantes esta mañana de invierno, adorna la maraña de ramas de perales
aún sin podar; cada cual, solitaria, ubicada, parece, con un juicio
reflexivo, que cargan la luz bajo las nubes desgarradas - lo indivisible
repartido en una abundancia sin fin.
Versiones de Nicolás López-Pérez
/
Talking to Grief
Ah, Grief, I should not treat you
like a homeless dog
who comes to the back door
for a crust, for a meatless bone.
I should trust you.
I should coax you
into the house and give you
your own corner,
a worn mat to lie on,
your own water dish.
You think I don't know you've been living
under my porch.
You long for your real place to be readied
before winter comes. You need
your name,
your collar and tag. You need
the right to warn off intruders,
to consider
my house your own
and me your person
and yourself
my own dog.
~
Bearing the Light
Rain-diamonds,
this winter morning, embellish the tangle of unpruned pear-tree twigs;
each solitaire, placed, it appearrs, with considered judgement, bears
the light beneath the rifted clouds -- the indivisible shared out in
endless abundance.
(Fuente: La comparecencia infinita)
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