En espera de Abril
AÑO I
NEW YORK
Todo es fascinante, los lugares
de esta gran ciudad semejaban piezas
teatrales. Las alcantarillas tienen
pulmones inmensos y cuando respiran,
todo el mundo lo percibe pues
protagonizan la representación
de una gran bocanada de humo.
Aquí las aves, las ardillas, los animales,
confían en el hombre, están tan cerca,
comparten su entorno.
Y los obreros a mediodía se reparten
en las calles, y están por la ciudad,
en las esquinas, en los parques; en grupos o
solos, disfrutando de su descanso;
los obreros son parte central de esta ciudad.
Larga isla que se extiende de sur a norte y se
apodera de nuestros brazos.
Esta maravilla de ciudad nocturna,
ciudad de alcantarilla, ciudad
subterránea. Ciudad de hierro y frío
metido en mis arterias y en mis huesos;
mezcla de tuétano, de esperanza de vida.
A esta ciudad me trajo Dios cuando
el pavor corroía mi entraña; a ti
llegué con mis dudas; invadida pro el
miedo, inerme ante la guerra.
En ti mi espíritu es libre, sueña
y crea, así la guerra continúe,
a pesar de seguir llorando nuestros
muertos, niños del futuro, pero igual,
niños que nunca entenderán por qué
la ausencia, cuándo el abandono;
hasta dónde el silencio devastador
y las balas volando en el lugar de
la mariposa, en el espacio del águila.
Si es tan fácil lo que pedimos, si sólo son
sueños, es tan simple nuestro anhelo.
Pedirle a Dios por la Guerra; y
si Dios no escucha y el mundo
se ha vuelto sordo y los niños buscan
respuestas y sólo hay ojos inciertos.
Si los niños sueñan caminos
y las minas los aquietan.
New York, ciudad de alcantarilla,
ciudad de hiero y frío mezcla
de tuétano, de esperanza de vida.
RECICLAJE
La comercialización de lo humano,
la máquina y Wall Street,
la banca y el dólar,
la transacción y el oro.
El producto es tangible
el superávit económico.
No existe contacto real,
sincero y cálido
El cuerpo pasó a ser
puramente piel:
algo químico, biológico,
comercial. “Se cambia el color
de tu piel para que generaciones
futuras se extasíen sobre ella”;
y puedas caminar altivo
por las grandes urbes,
ocultando tu antigua imagen.
Es cierto que la piel como placer
resulta maravillosa,
pero también tiene su opuesto negativo:
es explosiva, devastadora;
deja páramos fríos y desiertos;
si se consume por deseo.
Es la era del reciclaje,
todo está por recuperarse.
COMO ESPERANDO ABRIL
Seguías allí, esperando Abril.
Buscabas una tarde,
orabas por el encuentro.
Poblabas tu ser de palabras,
de rostros, de pieles que
engañaran tu soledad.
Orabas, agotabas rosarios en la
ausencia, deshacías los ruegos,
te desesperabas.
Solo ella, su voz, que penetraba
Tu ser e invadía tu humanidad.
Cualquier mañana
llegó al tercer piso y se
instaló allí, en la colección de santos,
en el sillón recién tendido,
allí donde el fiel Tango acompaña
la soledad que se distrae
en las palabras, en humaredas de cigarro,
e interminables historias,
historias de familia, historias de barriada,
historias de una esquina, historias de Poetas.
ENSUEÑO
Es día gris pero no triste,
es día y hora de oír tu voz,
es día para los abrazos,
día para los sentires,
día pleno de Abril, con lluvia,
con frío, con verde, con árboles.
ES día a tu lado.
Y la lluvia llega anunciando los besos,
Vaticinio de la fiesta.
Te veré, serás nuevamente presencia
y escribirás en mi piel todos los versos
llenarás esta geografía de palabras,
esta humanidad tan tuya.
Baja las escaleras, recorre los pasillos,
intérnate en mi casa es día a tu lado,
es día pleno de Abril, de padecer la
misma sed y pronunciarla con eco.
Es día gris y tú no estás sigo
barca ebria en tus ojos,
palpando la hastía oquedad de mi mano.
-desespera extraviar el horizonte-.
¿Dónde quedó la línea
de tus labios?
AMARTE
Amarte era sólo continuar el viaje
regresar a la primera estrella
en la cual fuimos separados.
Es la hora de recibir
nuestro complemento.
Se reconocen los labios,
las manos, los sentidos.
Prodigio es cerrar mis ojos
y encontrarte replegado
en mi rostro, tatuado en mi ser.
-Mi norte extraviado ha llegado
cargado de cielos para volar–
Tu cuerpo completamente el mío,
tu cuerpo para mi cuerpo,
tu cuerpo amado,
tu cuerpo amante,
y este olor y tu olor
y las mieles que se cuecen en tu boca
rocío y humedades de los cuerpos.
Tu cuerpo,
tu cuerpo,
humedad por siempre.
ÉXTASIS
-Aquí estoy intensa,
húmeda e impúdica-.
Sigue quemando;
calcina mi cuerpo
que en ti renace.
Dame la locura,
acompaña mi delirio,
sostente en este alarido.
Destrenza, trenza, teje
nuestro deseo con mis cabellos;
supera el abismo anhelado
con tu saliva.
Piérdete en los muslos
espesos en la alborada.
Ruge, muerde, ataca,
animal en celo.
Deja que tus dedos hurguen,
encrespen, crezcan, convulsionen.
Siente cómo se desgranan las
palabras, deja que el afecto,
la necesidad, el deseo, la ternura,
hagan fiesta en tu cabeza,
se deslicen por tus ojos, por tu boca,
en tus hombros y tus manos,
por tu pecho, por tu espalda…
Ya he callado, no me escuchas,
no me oyes…
Sólo siento, sólo muero.
POEMA
Siente las alas de mi corazón
que viaja hacia ti
para aletear en tu frente.
Óyelas, golpean las ventanas,
animal en acecho.
Animal de noches mono-rítmicas
de invierno, animal que resurge
en noches desagarradas
y muere con el día.
-Huyo de mí, huyo de ti-
Animal que resurge en noches de
melodías silenciadas, resurge en
noches de danzantes monólogos,
donde las palabras más que
liberan atrapan.
Caminos
que no me atrevo a recorrer
por temor a encontrarte.
En espera de abril. Medellín. Sin Editorial. 2022. Págs. 20-21, 38, 46, 47, 49, 61-62, 87, 88.
(Fuente: La Mecánica Celeste)
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