domingo, 19 de noviembre de 2023

Adriana Hernández (Colombia)

 

En espera de Abril 


AÑO I

NEW YORK

Todo es fascinante, los lugares

de esta gran ciudad semejaban piezas

teatrales. Las alcantarillas tienen

pulmones inmensos y cuando respiran,

todo el mundo lo percibe pues

protagonizan la representación

de una gran bocanada de humo.

Aquí las aves, las ardillas, los animales,

confían en el hombre, están tan cerca,

comparten su entorno.

Y los obreros a mediodía se reparten

en las calles, y están por la ciudad,

en las esquinas, en los parques; en grupos o

solos, disfrutando de su descanso;

los obreros son parte central de esta ciudad.

Larga isla que se extiende de sur a norte y se

apodera de nuestros brazos.

Esta maravilla de ciudad nocturna,

ciudad de alcantarilla, ciudad

subterránea. Ciudad de hierro y frío

metido en mis arterias y en mis huesos;

mezcla de tuétano, de esperanza de vida.

A esta ciudad me trajo Dios cuando

el pavor corroía mi entraña; a ti

llegué con mis dudas; invadida pro el

miedo, inerme ante la guerra.

En ti mi espíritu es libre, sueña

y crea, así la guerra continúe,

a pesar de seguir llorando nuestros

muertos, niños del futuro, pero igual,

niños que nunca entenderán por qué

la ausencia, cuándo el abandono;

hasta dónde el silencio devastador

y las balas volando en el lugar de

la mariposa, en el espacio del águila.

Si es tan fácil lo que pedimos, si sólo son

sueños, es tan simple nuestro anhelo.

Pedirle a Dios por la Guerra; y

si Dios no escucha y el mundo

se ha vuelto sordo y los niños buscan

respuestas y sólo hay ojos inciertos.

Si los niños sueñan caminos

y las minas los aquietan.

New York, ciudad de alcantarilla,

ciudad de hiero y frío mezcla

de tuétano, de esperanza de vida.

 

 

RECICLAJE

La comercialización de lo humano,

la máquina y Wall Street,

la banca y el dólar,

la transacción y el oro.

El producto es tangible

el superávit económico.

No existe contacto real,

sincero y cálido

El cuerpo pasó a ser

puramente piel:

algo químico, biológico,

comercial. “Se cambia el color

de tu piel para que generaciones

futuras se extasíen sobre ella”;

y puedas caminar altivo

por las grandes urbes,

ocultando tu antigua imagen.

Es cierto que la piel como placer

resulta maravillosa,

pero también tiene su opuesto negativo:

es explosiva, devastadora;

deja páramos fríos y desiertos;

si se consume por deseo.

Es la era del reciclaje,

todo está por recuperarse.

 

 

COMO ESPERANDO ABRIL

Seguías allí, esperando Abril.

Buscabas una tarde,

orabas por el encuentro.

Poblabas tu ser de palabras,

de rostros, de pieles que

engañaran tu soledad.

Orabas, agotabas rosarios en la

ausencia, deshacías los ruegos,

te desesperabas.

Solo ella, su voz, que penetraba

Tu ser e invadía tu humanidad.

Cualquier mañana

llegó al tercer piso y se

instaló allí, en la colección de santos,

en el sillón recién tendido,

allí donde el fiel Tango acompaña

la soledad que se distrae

en las palabras, en humaredas de cigarro,

e interminables historias,

historias de familia, historias de barriada,

historias de una esquina, historias de Poetas.

 

 

ENSUEÑO

Es día gris pero no triste,

es día y hora de oír tu voz,

es día para los abrazos,

día para los sentires,

día pleno de Abril, con lluvia,

con frío, con verde, con árboles.

ES día a tu lado.

Y la lluvia llega anunciando los besos,

Vaticinio de la fiesta.

Te veré, serás nuevamente presencia

y escribirás en mi piel todos los versos

llenarás esta geografía de palabras,

esta humanidad tan tuya.

Baja las escaleras, recorre los pasillos,

intérnate en mi casa es día a tu lado,

es día pleno de Abril, de padecer la

misma sed y pronunciarla con eco.

Es día gris y tú no estás sigo

barca ebria en tus ojos,

palpando la hastía oquedad de mi mano.

-desespera extraviar el horizonte-.

¿Dónde quedó la línea

de tus labios?

 

 

AMARTE

Amarte era sólo continuar el viaje

regresar a la primera estrella

en la cual fuimos separados.

Es la hora de recibir

nuestro complemento.

Se reconocen los labios,

las manos, los sentidos.

Prodigio es cerrar mis ojos

y encontrarte replegado

en mi rostro, tatuado en mi ser.

-Mi norte extraviado ha llegado

cargado de cielos para volar–

Tu cuerpo completamente el mío,

tu cuerpo para mi cuerpo,

tu cuerpo amado,

tu cuerpo amante,

y este olor y tu olor

y las mieles que se cuecen en tu boca

rocío y humedades de los cuerpos.

Tu cuerpo,

tu cuerpo,

humedad por siempre.

 

ÉXTASIS

-Aquí estoy intensa,

húmeda e impúdica-.

Sigue quemando;

calcina mi cuerpo

que en ti renace.

Dame la locura,

acompaña mi delirio,

sostente en este alarido.

Destrenza, trenza, teje

nuestro deseo con mis cabellos;

supera el abismo anhelado

con tu saliva.

Piérdete en los muslos

espesos en la alborada.

Ruge, muerde, ataca,

animal en celo.

Deja que tus dedos hurguen,

encrespen, crezcan, convulsionen.

Siente cómo se desgranan las

palabras, deja que el afecto,

la necesidad, el deseo, la ternura,

hagan fiesta en tu cabeza,

se deslicen por tus ojos, por tu boca,

en tus hombros y tus manos,

por tu pecho, por tu espalda…

Ya he callado, no me escuchas,

no me oyes…

Sólo siento, sólo muero.

 

 

POEMA

Siente las alas de mi corazón

que viaja hacia ti

para aletear en tu frente.

Óyelas, golpean las ventanas,

animal en acecho.

Animal de noches mono-rítmicas

de invierno, animal que resurge

en noches desagarradas

y muere con el día.

-Huyo de mí, huyo de ti-

Animal que resurge en noches de

melodías silenciadas, resurge en

noches de danzantes monólogos,

donde las palabras más que

liberan atrapan.

Caminos

que no me atrevo a recorrer

por temor a encontrarte.

En espera de abril. Medellín. Sin Editorial. 2022. Págs. 20-21, 38, 46, 47, 49, 61-62, 87, 88.

 

 (Fuente: La Mecánica Celeste)

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