LA BIBLIOTECA COMO DRAGÓN (FRAGMENTO)
En el más grande poeta de la dinastía Tang, Li Tai Po, el tema de la ausencia taoísta está tratado con verdadera evidencia poética. Se trata en uno de sus poemas de una visita a la casa de un taoísta, en medio de un cumplimiento natural, presentado en una forma dual o por parejas, es decir, a los aullidos del lobo se mezcla le murmullo del río; ante la lluvia que cae, el melocotonero se reaviva; la timidez de la gacela se compensa por la marcha rápida; las flechas del bambú hieren el azul de la niebla. Cuando llega a la casa del taoísta, la encuentra vacía, entonces comienza a buscar el poderoso torso de los pinos. En otro poema taoísta, de Pao Yang, también del siglo VIII, la gran época de la poesía china, no es ya el tema de la ausencia, sino lo expelido por el vacío creador, los modos como la ausencia se puebla. Un monje taoísta dice las oraciones de las Perlas de Flores, entonces desciende una blanca cigüeña, comienza a revolotear en torno al incienso y escucha. Al final de los rezos taoístas monta en la cigüeña, ambos son arrebatados por los aires del otoño sin término. Vemos ya cómo los poetas letrados reciben una tradición de ausencia, de wu wei, de vacío, y muy cerca de la naturaleza llena de tao encuentra al fin un camino dentro del mismo vacío.
Abril, 1965.
Obras Completas. Tomo II. Ensayos/Cuentos. Madrid. Aguilar Editor. 1977. Pág. 896.
(Fuente: La Mecánica Celeste)
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