Consultorio dental
Uno de los mayores beneficios de caminar es volverse invisible, dijo. Luego agregó que nunca había tenido un dolor de muelas, ni tampoco una preocupación que le quitara el sueño o el hambre. Si yo fuera un fantasma, remató, creo que visitaría las antesalas de todos los dentistas al mismo tiempo (no sé mucho de eso pero creo que cuando estás muerto se termina la jurisdicción de toda ley física). Porque me gusta más oír gritos que darlos. Sería un espanto aburrido que andaría a pie sólo por gusto y no por aquella hipótesis inverificable de que nada, ni siquiera un automóvil, puede llevarse uno a la tumba.
(Fuente: El Hombre Aproximativo)
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