dos poemas
Vía Láctea
No sé si alguna vez leerás estas quilcas
En el vendaval que las alberga
ellas siguen la banda sonora de la Vía Láctea
Escribo en la lengua que se impuso
preñada de las galanías propias de la lengua de mi madre
melodía en rumi viva de las bellas Cahuillaca y Chaupiñamca
melodía fina como dirían el Inca Garcilaso y Gamaliel
En piedra viva se escribe lo inconmensurable
para renombrar lo impuesto a las magnolias
~
Altazor
Entre la bugambilia diviso el rostro sonriente de Juanita la vecina
lleva bastón y canasto de flores
A su lado Hölderlin saluda con un suave ademán de su brazo en alto
Respondo los afectuosos gestos con un ramo de hortalizas
y un Altazor que corro a depositar en sus manos
Mas allá encuentro a la vecina con el regazo acongojado
me habla de la biopsia de los lunes
de los fines de semana sumergida entre los animes
celebrando a su heroína
En el quiosco de periódicos doña Ceci no podrá continuar repartiéndolos
los pasajes están por las nubes
Bordando quilcas. Lima: Hipatía, 2023.
(Fuente: La comparecencia infinita)
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