tres poemas
Torrevieja-Alicante
Por la ventana se ve un lago y por el otro lado el mar
y la sal carcome el sol de este atardecer sobre la carretera.
Atrás mío dos chicos murmuran frente a una pantalla
que no es la del teléfono sino la ventana donde se miran
tan jóvenes y hermosos el uno para el otro.
Luego del resplandor de un silencio donde seguro se tomaron las manos
uno dice que ha escrito una poesía pero bajan la voz
para que nadie en el universo abra un refrigerador o se ponga a barrer.
Yo me quito los audífonos lentamente y apoyo mi cabeza en el asiento
como si fuera la de quien oye imaginándose en el regazo de su amado.
Gente llena de amor que se viste tan bonito
para ir a pasear al perro junto a los autos que en una semana lo matarán
Gente llena de amor que repite el nombre del otro
como si fuera una contraseña para salir del laberinto de las deudas
Gente llena de amor rodeada de sudacas, negros, chinos y moros
que juntan sus rodillitas para susurrarse poemas al oído.
Ninguno de los dos entendió. Digo yo y el otro enamorado
cuando dijo gracia yo entendí desgracia
y la metáfora de la espuma parecía de desengrasante para la loza
un solo verso tenía las palabras: alabastro, clepsidra, mármol
y terminaba con algo de un pantalón y un desodorante.
Todos los objetos del mundo son posibles para los enamorados
porque el mundo para los enamorados es ellos mismos incluido el diccionario
sin embargo casi al final distinguí nítidamente la palabra gracias
y me pareció sin duda que ese chico era el mejor poeta del autobús.
29 de enero de 2022
~
Fóbetor
Un parque de diversiones no es un parque y tampoco divierte
todos los resultados son obtenidos, los regalos son gratis
las sorpresas son inesperadas y postizas las pelucas
no hay destino que no sea final ni lava que no sea volcánica
en sí bajamos para abajo por el lenguaje
y nos hacemos sordos sobre lo que los caballos pisan en el asfalto.
Hace tiempo se decía que las cosas perdidas paraban en la luna
la pregunta es cómo llegaban allí
uno quería saber eso y muchas cosas más sobre los ovnis
pero la palabrería es un comercio 24/7 que atiende un señor de mala gana
los amantes esperan afuera para entrar a robar más verbos de los que ya tienen
y las señoras murmuran mutuamente murmullos sobre todo lo que se repite.
Si las personas tuvieran en la boca rabia de verdad
echarían el mundo abajo desde sus propias ventanas cada amanecer:
los sueños lo llenan todo y traen de regreso las imágenes
que uno ve cuando se duerme mirando las estrellas y no el techo.
Perdóname Dios por este poema tan pedante
con los pantalones abajo y la marea alta.
Hablo solo en mi casa sola
encamado en una silla y cobijado con un gorro
pensando en la lengua dentro de mi cabeza y la que está fuera de ella.
Bueno, hay plazas que son bonitas
y los resultados negativos casi siempre son positivos
los descuentos son buenos en el súper cualquier día de la semana
el pelo, los dientes, el culo no escatiman en gastos.
Uno se consuela de que los mares antes eran desiertos
y los cráteres, campings llenos de dinosaurios.
El mundo está dentro de la cabeza de uno
afuera hay solo palabras mal explicadas, mal dichas
mal entendidas y mal intencionadas;
lo que uno cree que conoce es en definitiva lo que conoció
y atrás queda todo lo que tiene nombre por suerte.
El universo está congelado y el planeta arde
esto demuestra que lo amargo no es tan solo la ciencia
que ciertamente jamás ha sido neutral.
No se me ocurre qué más antes de dormirme
debo buscar mejores maneras para conciliar los sueños
que pensar en el paisaje del fondo de pantalla de Windows
que es una fotografía que se tomó en el Valle de Napa en 1996.
En fin, escribir un poema es mirar desde otro libro
añorar otra familia e imaginarse en otra casa
la vida que a uno le tocó son las palabras con que podemos enunciarla
ni fu ni fa
por su parte las cosas abren y cierran los ojos cuando las miramos bien
yo les hablo, agradezco y hasta hago funerales a los cuadernos y lápices
es un modo de darle bombo a eso de que la vida es sueño: sí y no.
Listo.
Desenchufar las córneas de los códigos de barra
bajar las cortinas del teléfono.
Torrevieja, 8 de enero, 2022
~
Cadáver
I
Un poema se abre cuando se cierra la boca
los fluidos se secan y todos se han ido
en las universidades y las morgues han suturado los cuerpos
y los cerros vuelven a estar oscuras como las iglesias
es decir cuando los sonidos son los de la sobrevivencia.
Por allá en un bar alguien hace figuras frente al espejo de un baño
que posiblemente ha sido más veces lugar de reunión
que la propia esquina donde está el poema.
Hace bien olvidarse de todo esto
de la lengua, las manos y los ojos
tan expertos en imitar las contorsiones del ganado
que es lo que uno se come antes que lo maten a ellos.
Siempre hablo de la guerra
que hizo volar en pedazos a las películas de guerra
que son la publicidad y no solo la de los objetos
que se miran hacia atrás sino también
de los que se olvidan hacia adelante.
Frente a los poemas somos siempre turistas
de esos que huyen al primer chispazo en la fantasía
o que pagan demás por la imaginación.
II
Un poema se abre y las vísceras se contraen
sobre todo las de la madre que tararea los tonos del rostro
y más aun los huesos estrangulados que es uno mismo en una cama.
El pasado se columpia en la economía de los fermentos
entre la ropa vieja que huele ya a cadáver y las señales de humo
que salen del televisor a leña en el horizonte.
Acá es invierno cuando allá los perros mueven la cola
y es primavera cuando se quedan en blanco.
Nadie piensa en realidad en la realidad
ella solita se ha buscado esa mala fama
de cartel de cine pintado con caca.
Jubilados y demases que escribimos
ya no le debemos nada ni al aire
que respiran los funcionarios dentro de los aviones
cuando caen como gotas de lluvia en el mar.
III
Un poema se abre cuando se acaba su botella
y aparece jugando a la pelota el único genio posible
con una cuchara en la boca y la nariz llena de harina.
No es tiempo de lámparas ni de introspección
ni de lobos de mar o nuevos continentes.
Mejor olvidarse de la estación y seguir de largo
por esta misma carretera al invierno.
La escenografía es la misma que la extinción
y de eso se trata siempre el poema:
desperdicios y aguafiestas.
Rumbo a Madrid, 15 de enero, 2022
Revista Thelos
(Fuente: La comparecencia infinita)
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