viernes, 8 de septiembre de 2023

Chico Buarque de Hollanda (Río de Janeiro, 1944)

 

construcción













Amó aquella vez como si fuese la última
Besó a su mujer como si fuese la última
Y cada hijo suyo como si fuese único
Y atravesó la calle con su paso tímido
Subió a la construcción como si fuese máquina
Levantó en la altura cuatro paredes sólidas
Ladrillo con ladrillo en un diseño mágico
Sus ojos embotados de cemento y lágrima
Se sentó a descansar como si fuese sábado
Comió feijao y arroz como si fuese un príncipe
Bebió y sollozó como si fuese un náufrago
Bailó y carcajeó como si oyese música
Y tropezó en el cielo como si fuese un ebrio
Y flotó en el aire como si fuese un pájaro
Y acabó en el suelo como un paquete flácido
Agonizó en el medio del paseo público
Murió a contramano entorpeciendo el tránsito

Amó aquella vez como si fuese lo último
Besó a su mujer como si fuese única
Y a cada hijo suyo como si fuese pródigo
Y atravesó la calle con su paso ebrio
Subió a la construcción como si fuese sólido
Levantó en lo alto cuatro paredes mágicas
Ladrillo con ladrillo en un diseño lógico
Sus ojos embotados de cemento y tráfico
Se sentó a descansar como si fuese príncipe
Comió feijao y arroz como si fuese máximo
Bebió y sollozó como si fuese máquina
Bailó y carcajeó como si fuese el próximo
Y tropezó en el cielo como si oyese música
Y flotó en el aire como si fuese sábado
Y acabó en el suelo como un paquete tímido
Agonizó en el medio del paseo náufrago
Murió a contramano entorpeciendo al público

Amó aquella vez como si fuese máquina
Besó a su mujer como si fuese lógico
Levantó en lo alto cuatro paredes flácidas
Se sentó a descansar como si fuese un pájaro
Y flotó en el aire como su fuese un príncipe
Y acabó en el suelo como un paquete ebrio
Murió a contramano entorpeciendo el sábado

Por el pan para comer, por el suelo para dormir
Un certificado al nacer y una concesión para sonreír
Por dejarme respirar, por dejarme existir,
Dios se lo pague
Por la cachaza de grasa que la gente tiene que engullir
Por el humo y la desgracia que la gente tiene que toser
Por los andamios colgantes que la gente tiene para caer,
Dios se lo pague
Por la mujer plañidera para alabarnos y escupir
Y por las moscas gusaneras que nos van a besar y a cubrir
Y por la paz duradera que al fin nos va a redimir
Dios se lo pague

***

Versión J. Aulicino
Otra iglesia es imposible

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Construção


Amou daquela vez como se fosse a última
Beijou sua mulher como se fosse a última
E cada filho seu como se fosse o único
E atravessou a rua com seu passo tímido

Subiu a construção como se fosse máquina
Ergueu no patamar quatro paredes sólidas
Tijolo com tijolo num desenho mágico
Seus olhos embotados de cimento e lágrima

Sentou pra descansar como se fosse sábado
Comeu feijão com arroz como se fosse um príncipe
Bebeu e soluçou como se fosse um náufrago
Dançou e gargalhou como se ouvisse música

E tropeçou no céu como se fosse um bêbado
E flutuou no ar como se fosse um pássaro
E se acabou no chão feito um pacote flácido
Agonizou no meio do passeio público
Morreu na contramão, atrapalhando o tráfego

Amou daquela vez como se fosse o último
Beijou sua mulher como se fosse a única
E cada filho seu como se fosse o pródigo
E atravessou a rua com seu passo bêbado

Subiu a construção como se fosse sólido
Ergueu no patamar quatro paredes mágicas
Tijolo com tijolo num desenho lógico
Seus olhos embotados de cimento e tráfego

Sentou pra descansar como se fosse um príncipe
Comeu feijão com arroz como se fosse o máximo
Bebeu e soluçou como se fosse máquina
Dançou e gargalhou como se fosse o próximo

E tropeçou no céu como se ouvisse música
E flutuou no ar como se fosse sábado
E se acabou no chão feito um pacote tímido
Agonizou no meio do passeio náufrago
Morreu na contramão atrapalhando o público

Amou daquela vez como se fosse máquina
Beijou sua mulher como se fosse lógico
Ergueu no patamar quatro paredes flácidas
Sentou pra descansar como se fosse um pássaro
E flutuou no ar como se fosse um príncipe
E se acabou no chão feito um pacote bêbado
Morreu na contramão atrapalhando o sábado

Por esse pão pra comer, por esse chão pra dormir
A certidão pra nascer e a concessão pra sorrir
Por me deixar respirar, por me deixar existir
Deus lhe pague

Pela cachaça de graça que a gente tem que engolir
Pela fumaça, desgraça, que a gente tem que tossir
Pelos andaimes pingentes que a gente tem que cair
Deus lhe pague

Pela mulher carpideira pra nos louvar e cuspir
E pelas moscas bicheiras a nos beijar e cobrir
E pela paz derradeira que enfim vai nos redimir
Deus lhe pague

 

(Fuente: La comparecencia infinita)

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