Dos poemas
7
Tú, que por los ojos entraste al corazón
y despertaste el alma que dormía,
mira la angustiosa vida mía
que Amor la destruye suspirando.
Cortando viene, y con tal valor,
que los espíritus desbanda.
Queda solo mi figura erguida
y alguna voz que habla de dolor.
Esta virtud de amor que me ha deshecho
de tu pupila gentil presta se mueve
y un dardo me clavó dentro del flanco.
Tan derecho golpeó y profundamente
que el alma temblando se revuelve
viendo muerto el corazón del lado manco.
11
Si yo ruego a esta dama que Piedad
no sea enemiga de su corazón gentil
tú dices que soy ignorante, vil,
desesperado y pura vanidad.
¿De dónde le viene esta crueldad?,
ya que parece tan humilde a la mirada,
cauta y sutil, sabia y ornada,
hecha en el modo de la suavidad.
Mi alma doliente y temerosa,
llora los suspiros que el corazón envía
y que bañados en llanto van saliendo.
Parece que en la mente me lloviera
una figura de dama pensativa
que viene a ver mi corazón muriendo.
En Rimas, traducción de Jorge Aulicino, Buenos Aires Poetry, Buenos Aires, 2019
Otra Iglesia Es Imposible - Buenos Aires Poetry - Weschool - Biblioteca della Letteratura Italiana (PDF) - Pacôme Thiellement - Everything is Oll Korrrect! - Histouring - Revista de Literatura Hispánica - De Sibilas y Pitias
Imagen: Dante Alighieri (izquierda) y Guido Cavalcanti, Ritratto di sei poeti toscani (detalle), Giorgio Vasari, 1554 Minneapolis Institute of Art
7 [XII]
Voi che per li occhi mi passaste il core
e destaste la mente che dormìa,
guardate a l’angosciosa vita mia,
che sospirando la distrugge Amore.
E’ ven tagliando di sì gran valore,
che’ deboletti spiriti van via:
riman figura sol en segnorìa
e voce alquanta, che parla dolore.
Questa vertù d’amor che m’ha disfatto
da’ vostr’occhi gentil presta si mosse:
un dardo mi gittò dentro dal fianco.
Si giunse ritto ‘l colpo al primo tratto,
che l’anima tremando si riscosse
veggendo morto ‘l cor nel lato manco.
11 [XVII]
S’io prego questa donna che Pietate
non sia nemica del su’ cor gentile,
tu di’ ch’ i’ sono sconoscente e vile
e disperato e pien di vanitate.
Onde ti vien sì nova crudeltate?
Già risomigli, a chi ti vede, umìle,
saggia e adorna e accorta e sottile
e fatta a modo di soavitate!
L’anima mia dolente e paurosa
piange ne i sospir che nel cor trova,
sì che bagnati di pianti escon fore.
Allora par che ne la mente piova
una figura di donna pensosa
che vegna per veder morir lo cuore.
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)
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