Viejo Peire Vidal
ES DE PEIRE VIDAL, EL LOCO POR EXCELENCIA DE TODA LA PROVENZA,
DE QUIEN SE CUENTA LA HISTORIA DE CÓMO ENLOQUECIÓ,
COMO UN LOBO, POR SU AMOR POR LOBA DE PENAUTIER, Y DE CÓMO
LOS HOMBRES LO CAZARON CON PERROS A TRAVÉS DE LAS MONTAÑAS
DE CABARET Y LO LLEVARON A MORIR A LA CASA DE LOBA DE PENAUTIER,
Y CÓMO ELLA Y SU SEÑOR HIZO LO CURARON Y LE DIERON LA BIENVENIDA,
Y ÉL SE QUEDÓ UN TIEMPO EN ESA CORTE. ÉL HABLA:
– Cuando pienso en los grandes días del pasado Recordando aquella espléndida locura, ¡Ah! Le doy rumbo a mi fuerza Y condeno al sol por su alegría; Porque la elegida está muerta Y el rojo sol se burla de mi tristeza. ¡Heme aquí, Vidal, loco entre los locos! Veloz como el rey de los lobos era yo, y fuerte, Cuando los altos ciervos se escapaban de mí entre los impenetrables alisos, Y cada juglar me recordaba en sus canciones, Y los sabuesos y los ciervos huían Aunque ninguno por mucho tiempo. Incluso la gris manada me conocía y conocía el miedo. ¡Dios! ¡Cómo chorreaba la sangre caliente de la cierva más rápida Sobre los afilados dientes y purpúreos labios! ¡Caliente era su sangre pero no me quemó Como sí lo hizo el primer desprecio de los labios de la Penautier! Deben estar locos para creer que el tiempo puede borrar El recuerdo de Peire Vidal de esa noche azul. ¡Dios! ¡Hasta el púrpura del cielo era tan profundo! Claro, profundo, translúcido, tanto que las estrellas Me parecían inmersas en el cristal; y porque mi sueño —Visitante extraño— no vino, —a los Santos recompensé Por ese desasosiego—Peire pareció guardar Otra vigilia de locos con las malvas. La Loba llegó rápido, como una rama que quedó atrapada, Arrancada, silenciosa y verde en el crecido Ródano, Verde era su manto, cerrado y labrado De alguna fina seda absolutamente escasa, Pero a través de la cual, como niebla, luchaba su forma blanca. ¡Y conquistaba! ¡Dios! ¡cómo conquistaba! Silenciosa mi amada vino, igual que la noche, en calma. ¿Con discursos? ¿Palabras? ¡Bah! ¿Quién habla de amor y palabras? Ardiente es ese amor, y silencioso, Tan silencioso como es el destino, y tan fuerte hasta Que desfallece en tomar y en darlo todo. Severa, competitiva, triunfante, hasta jugar con la muerte. ¡Dios! Ella se puso blanca entonces, espléndida como una tumba Alta y forjada de mármol, y la respiración jadeante Cesó por completo. Bueno, entonces esperé, Desenfundando a medias, hasta que saqué por completo De la azafranada funda esta daga que tiembla aquí. En ese momento ella se despertó y se burló de la desafilada hoja. ¡Ah Dios, la Loba! ¡ y mi único compañero! ¿Hubo semejante cuerpo hecho y desecho alguna vez? ¡Dios maldiga los años que tornan grises a mujeres así! He aquí Vidal, que fue perseguido, herido, Humillado, y sin embargo no se inclinó y por eso triunfó al fin. ¡Y sin embargo maldigo al sol por su alegría, Yo que he conocido jardines, matorrales y extensos valles, Y cada una de las salidas del bosque a través de esa gran locura, He aquí arrugado como un viejo tronco de roble Y convertido en la burla de los hombres en mi tristeza maldita! Ningún hombre ha escuchado sobre la gloria de mis días: Ningún hombre ha desafiado y ganado su reto como yo: ¡Una noche, un cuerpo y una soldadora llama! ¿Qué poseen ustedes, avaros, que pueda comprar Semejante gloria en la tierra? ¿O quién ganará Tal galardón de guerra con su “alta proeza”? ¡Oh, la época se ha relajado! ¡Oh, atrofiados seguidores, Que ocultan las pasiones y los deseos del deseo, Heme aquí marchito, burla de las burlas! Y sin embargo yo me burlo de ustedes con los poderosos fuegos Que me han quemado y convertido en ceniza. • • • • • • • • ¡Ah! ¡Cabaret! ¡Ah, Cabaret, otra vez tus colinas! • • • • • • • • ¡Quítenme las manos de encima! … [Olfateando el aire. ……………………………………………….¡Ah! ¡Este aroma es cálido!
(Fuente: El hombre aproximativo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario