tres poemas
La ausencia
En un oscuro amanecer de viento
volví a traer los muertos al mundo
soñando con los ojos cerrados
como debe ser.
La ausencia une y desune
acerca y separa de los vivos los resucitados.
De esta ficción sacrosanta
nos reíamos con gusto, admirable irrealidad.
Entenderán. Arriba alguien está esperando
una palabra. Otro milagro no conozco.
Entenderán. No puedo despertarme ahora.
Es un adiós sin mañana.
Unos minutos más
la realidad puede esperar.
Entenderán. Y no me creerán.
~
Desde el valle de los olivos una nieve marina
Desde el valle de los olivos una nieve marina
viste de blanco las bayas de la piracanta.
Podrías, apoyando la cabeza sobre la almohada,
oír el murmullo del alma que duerme
mientras ulula el sufrimiento de las plantas.
Podrías, huésped inquieta, del ripio guardar la salvia
que pierde en el viento, a veces, una hojita retorcida
acudir donde el romero implora un parapeto
el hibisco una tibieza que aquí no hay y un naranjo
asoma entre el jazmín del cielo y las espinas de Cristo.
Al tacto no más reconozco esa paz fraudulenta
que a la mañana se sacude la manta del sueño.
~
La perfección es terrible y estéril
La perfección es terrible y estéril
como el huevo de la impertérrita luna
las gélidas noches en que pare
la zorra roja del desierto marital.
Entonces lloverá con sol que entristece encendido en el borde
del horno Sylvia testaruda hija de Aurelia
Aurelia testaruda hija de Aurelia
la decrépita Europa te ha tendido una fea encerrona.
Pero llueve todavía sin sol Sylvia. ¿No ves que yo
soy normal?
¿Qué no me ofrezco a nadie como víctima
sacrificial?
Al gran final yo llegaré curada.
Versiones de Jorge Aulicino
Fotografía de Dino Ignani
Otra iglesia es imposible
/
L’assenza
In una buia alba di vento
ho rimesso al mondo i morti
sognando a occhi chiusi
come è giusto che sia.
L’assenza unisce e disunisce
avvicina e divide ai vivi i risorti.
Di questa sacrosanta finzione
Ridevamo di gusto, mirabile irreale.
Capirete. Dall’alto qualcuno attende
una parola. Altro miracolo non conosco.
Capirete. Non posso svegliarmi ora.
È un addio senza domani.
Ancora qualche minuto
La realtà può attendere.
Capirete. E non mi crederete.
~
Dalla valletta degli ulivi una neve marina
Dalla valletta degli ulivi una neve marina
veste di bianco le bacche della piracanta.
Potessi poggiando la testa sul cuscino
udire il mormorìo dell’anima che dorme
quando sibila la sofferenza delle piante.
Potessi, ospite impensierita, dal pietrisco salvare la salvia
che perde al vento, talvolta, una fogliolina accartocciata
accorrere dove il ramerino implora una sponda
l’ibiscus un tepore che non è qui e un’arancia
s’affaccia fra l’implombago e le spine di Cristo.
Solo al tatto la riconosco quella pace truccata
che al mattino si scuote dalla coperta dei sogni.
~
La perfezione è terribile e sterile
La perfezione è terribile e sterile
come l'uovo dell'imperterrita luna
le gelide notti in cui figlia
la volpe rossa del deserto maritale.
Allora pioverà con sole accora acceso sull'orlo
del forno Sylvia cocciuta figlia di Aurelia
Aurelia cocciuta figlia di Aurelia
la decrepita Europa vi ha teso un brutto tranello.
Ma piove anche senza sole Sylvia. Non vedi che io
sono normale?
Che mi offro a nessuno come vittima
sacrificiale?
Al gran finale io ci arriverò guarita.
(Fuente: La comparecencia infinita)
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