El conejo brotaba...
El conejo brotaba de la pared. Así era.
Así es la vida, Amor, con su cal y su canto,
Como dijo el poeta, el otro de entretanto
Porque la vida, Amor, no es un tiempo siquiera.
Y el conejo brotaba de su atroz primavera,
Porque todo es un vientre de hedor y desencanto.
No hay geranio que enjugue para su ser tu llanto
¡Ay, ni ese dios que hice como una flor rastrera!
El conejo brotaba, vertical, tan humano…
Cuatro patas, no más, y sin ninguna mano,
Como el yo que me arrulló en cualesquiera lechos…
Así es la Vida, Amor… semántica de quejas
Vanas, con hocico cualquiera y dos orejas
Enormes, como un conejo de los hechos…
En Obra Poética, Edubanco, Lima, 1980
Envío de Eduardo Ainbinder
Foto: Martín Adán Revista Altazor
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)
No hay comentarios:
Publicar un comentario