nuestras extrusiones
nuestra fiesta de fin de algo
nuestros perdones insignificantes
nuestra estólida imagen o semejanza
nuestra pobre gran mueca
nuestra sonrisa llave
nuestros ojos aparte
nuestros videntes
nuestros belvederes
nuestra mesa de siempre
nuestras inescrupulosas invocaciones
nuestro argot de exquisitos finados
nuestras credenciales extravagantes
nuestro relámpago natal
nuestra madre simia
nuestra señora de la otra noche
nuestra agua maestra
nuestro ahogo que nada
nuestras queridas víctimas
nuestros tres medios whiskys a la temperatura del puño
nuestra casa instantánea
nuestro nirvana a las seis de la tarde clavadas
nuestro negocio no del todo turbio
nuestra calle que no lleva ni trae
nuestro tósigo respiratorio
nuestro excampeón amable
nuestro ángel breve
nuestra pampa de fiebre
nuestros desplantes ante nadie
nuestros sábados sobrios
nuestra música en la fiesta de otros
(Fuente: Textos en transición)
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