Cultura general
Un hualle solo en un potrero
me dice la verdad:
las paredes ya no tienen oídos,
sino bocas y fauces, futuras precauciones
para los días del desove.
¿De qué sirvió saberlo todo?
El chico promisorio que fui alguna vez
envejeció muy mal —el viento se lo lleva
a un hospital de nubes,
donde al fin no sabrá nada de nada:
ni por qué sangran las guindas
en estos árboles a cuerda,
ni cómo explicarles un fémur
a las hormigas o a los perros.
en Antología Poesía chilena viva, 2016
(Fuente: Descontexto)
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