Convertir Al Desierto
Convertir Al Desierto
con una rosa implícita
es arduo pero evita
suspicacias. Si el pecho
precede al hecho, el proclamar-
lo es redundancia. Es levantar
bandera y exclamar:
-Bandera blanca! Hay semillas
en África que aguardan
años
para convertir al desierto.
No lo convierten, lo enloquecen
por un tiempo.
Sería fatuidad subestimar
la sed y el hambre,
el sueño, el sexo, el miedo.
de Doce poemas(plaquette, 1979).
No hay comentarios:
Publicar un comentario