UN INSTANTE (Ghetto de Vilna, 7 de abril de 1943)
Un instante cayó como una estrella.
Lo atrapé entre los dientes
y cuando se partió su pepita
me salpicó con un llanto majestuoso.
Cada gota refleja en sí
una intención distinta, un sueño diferente:
he aquí un sendero alado, de mil manos;
he aquí un puente para descifrar el sueño.
Y he aquí a mi abuelo, con una serpiente en su cabecera,
y he aquí a mi pequeño, destrozado contra una piedra.
También encontré una gota libre
y yo mismo me encerré en ella.
***
CADA HORA, CADA DÍA (Ghetto de Vilna, 27 de abril de 1943)
CADA HORA, CADA DÍA (Ghetto de Vilna, 27 de abril de 1943)
Cada hora, cada día,
ya no es más una hora,
ya no es más un día;
es un altar alzado en tu interior
donde todo es devorado,
lo que sientes, lo que ves;
y todavía cantas
mientras te devoras a ti mismo.
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en “Poesía”, Pardés, Buenos Aires, 1983. Trad. del yíddish, Eliahu Toker.
Nota brevísima: Sútzkever y su esposa, Freydlke, fueron trasladados por los nazis (que asesinarían al hijo menor de ambos y a la madre de él) al ghetto de Vilna en 1941. En 1943, poco antes de la liquidación del ghetto, consiguieron huir y se unieron a la resistencia partisana. En 1946 Sútzkever testificó en los juicios de Núremberg, donde declaró contra Franz Murer, asesino de su madre y de su hijo. Luego de breves estancias en Polonia y Francia, la familia decidió trasladarse a Israel.
(Fuente: Jonio González)
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