Poemas
Carlos Ochoa |
PARÍS FLASH
Hace mucho que no se de ti
te imagino tomando un café
leyendo un libro
abrigada con una vieja chaqueta de cuero
como la de James Dean
Te pienso mientras tarareo una canción
no me preguntes porqué París
sí está tan distante de este trópico
debe ser por esa bendita costumbre
de ver la vida como una película
y los recuerdos como un flash
que entran y salen iluminados por la luna.
RASTROS
Las ausencias duelen en la costumbre de mirarnos
nada más que eso
porque lo vivido no se va a ninguna parte
no escapa de la memoria
no huye en los sueños
¿Cómo puede desvanecerse la alegría
el día en que fuimos felices?
Nada desaparece del todo
hasta el viento que mece la rama deja un rastro
un leve aroma
que marca la hora de llegada
y de partida
ESPECIAS
Guardo en la alacena
especias en frascos de vidrio de colores
los azules contienen romero seco, orégano, albahaca, tomillo
y muchas otras hojas de sabores y olores intensos
los rojos pimienta verde, negra, blanca y curry de lejanos lugares
que me hacen recordar
a Sandokán el tigre de la Malasia y a Marco Polo en la corte de Kublai Khan
los verdes son raros no recuerdo que contienen
pero cuando abro uno de ellos
el mar Caribe entero inunda mi cocina
la casa y hasta la ciudad donde vivo
Hay unos frascos amarillos que nunca abro
los heredé de un viejo cocinero venido de las islas
que preparaba el mejor Calalú que recuerde con su quimbombó babosito
son frascos que contienen historias
porque navegaron mucho en todo tipo de embarcaciones
historias tristes deben ser
por las lágrimas que les brotan en las noches
y humedecen el pescado salado
que cuelga en fila secándose de a poco.
RESTAURANTE CHINO
Tallarines con jengibre y cebollín
algas y hongos deshidratados en salsa de ajo
empanaditas de camarones al vapor
picante de mostaza, salsa de soya
y una jarra de té
son servidos
sin apenas sonreír
cortar el aire
entre un extremo y otro de la mesa.
Trato de entender
porque un sabor lleva a otro
no importa si agrio
dulce, salado, picante
ácido, simple o amargo
cortamos la memoria
con el placer o el dolor del ultimo
¿Será por eso que de este lado del mundo
toda comida que se precie termina en postre?
Nos levantamos de la mesa
jamás comprenderemos el suspenso del té negro calentando el cuerpo.
CEREMONIA DEL CAFÈ
Oler la fragancia del cafeto en la montaña
secar la semilla en un patio de ladrillos
del color de los atardeceres encendidos
tostarlo, molerlo, calentar el agua
y esperar que la alquimia oscurezca y espese
Servirlo en una vajilla hermosa
compartirlo con alegría
no existe misterio para quien devuelve amor
en una taza humeante de café.
PALOS GRANDES
Con olor a mar en mis ropas
toco el tronco recto y alto de un Mijao
en una avenida de Caracas
sus ramas protegen
a los apurados vecinos que retornan a casa
¿Con qué comparar este instante?
Espero la luna
y me gustaría ver las flores menudas del árbol
pero es demasiado alto
y mi vista no es tan buena lejos de la costa
del mar que no termina en mis ojos
HALCÓN DORADO
En el cenit de la vida
un halcón dorado vuela hacia ti
lleva en sus garras
el frío de las alturas
y las pocas gotas de lluvia del desierto
Déjalo descansar en tu lecho
alimenta sus ojos con tu desnudez
besa sus alas
nada te dará más placer
nada recordaras más hermoso en la vida
Un halcón es una alfombra mágica
que te vuela el corazón
a todos los lugares
que están cerca y lejos
de la historia secreta de los cielos.
OLAS DORADAS
Mi ciudadela del alma
no está en el pasado de ruinas gloriosas
en los versos de algún poeta
o en las alas victoriosas
de estatuas decapitadas
Viajo con las olas doradas
a los arrecifes en donde los vientos encrespan la vida
con otros dioses
que no tienen memoria de lugares ni días.
CUMBOTO
“…Y Pasaron todos como sombras como viajeros que van en posta”
Frontispicio del cementerio de Puerto Cabello. Venezuela
Padezco de sol
soy un animal lento a la hora de la siesta
duermo la fatiga del insomnio
que guarda la fragancia de las flores
que abren sus pétalos en la noche
Duermo el calor
y guardo el sudor
para aquellos que viven lejos del mar
todos los días de su vida
Yo soy esta costa
con mi padre y mi madre
que pasaron por la vida
como viajeros que van en posta.
EL TECHO DE LA BALLENA
Al borde del mar
el cuerpo es un espejismo
que no tiene espíritu de profundidad
es otro reflejo del cielo
sin límite
que se tensa como cuerda de arco
y se afloja con las mareas
En las profundidades los bordes son otros
como los sueños de las ballenas
que se despiertan en el techo
donde las olas respiran
y los barcos dejan sus estelas espumosas
INVENTARIO
Un dormitorio
con una ventana al mar
una cama
vestida con una colcha de presagios
una lámpara china
que iluminó el amor
Es todo lo que necesito inventariar
para no olvidarme
cuando respiré la felicidad.
Carlos Ochoa (Venezuela)
1952. Poeta, artista plastico, columnista político. Ha publicado "A
Flor de agua" 1976, "Hurakane" 1986, "Apuntes de la Costa" 1999.La
selección de esta muestra fue realizada por el poeta Adhely Rivero del libro inédito de pronta aparición "Alquimia del instante".
(Fuente: Alpìaldelapalabra)
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