Revuelta
A Pierre Deguingand
¡Atrás pedante
infecto! ¡Ah!
¿Cuándo callará tu voz?
¡Huye de mí!
¡Vete, ahí está la puerta!
Déjame alimentarme de ideal.
¡Poco me importan el sistema nervioso,
La cabeza, etcétera!
Sí, quiero ignorar todas las vulgaridades
De la tierra, ¡todo el mal que alberga en sus flancos!
¡Quiero, la vista al cielo, cambiar en una especie
De éxtasis la sombría vulgaridad que me aterra!
¡Haz caer el esplendor bajo un shock de materia,
Y da al pensamiento exquisito, fuerte o ufano,
El interesante aspecto de una cabeza bovina!
Sueño, ¡y me da igual que mi modo
De soñar esté en la sexta o en la primera
Circunvalación frontal del cerebro!
¿Cuándo callará tu voz?
¡Huye de mí!
¡Vete, ahí está la puerta!
Déjame alimentarme de ideal.
¡Poco me importan el sistema nervioso,
La cabeza, etcétera!
Sí, quiero ignorar todas las vulgaridades
De la tierra, ¡todo el mal que alberga en sus flancos!
¡Quiero, la vista al cielo, cambiar en una especie
De éxtasis la sombría vulgaridad que me aterra!
¡Haz caer el esplendor bajo un shock de materia,
Y da al pensamiento exquisito, fuerte o ufano,
El interesante aspecto de una cabeza bovina!
Sueño, ¡y me da igual que mi modo
De soñar esté en la sexta o en la primera
Circunvalación frontal del cerebro!
en La mentira que siempre dice la
verdad (Antología), 2015
Originalmente en La lampe d’Aladin,
1909
Fotografía:
Irving Penn
(Fuente: Descontexto)
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