viernes, 21 de enero de 2022

Iván Carvajal (San Gabriel, Ecuador, 1948)

 

Tres poemas

 



 
 
 
Se desplazan procurando que la arena
cubra sus siluetas en puntillas
un susurro podría traicionarlos
en esa tierra de nadie borran

los trazos trenzados en la inmensidad
bajo el arbusto un sorbo de la vasija
mientras el padre da su ración de pienso
al asno cómplice de aquella huida

olfateando con la piel han aprendido
el arte de vislumbrar sobre el contorno
las dunas donde la palma
de una mano puede cavar albergue

adormecidos la madre y el hijo sobre el lomo
tal vez arriben a la costa tal vez alcancen
el último tren o se extravíen o seguirán
por los siglos de los siglos en tiniebla

hacia lo eterno.
 



Devuelve al padre los brocados los anillos
se descalza y viste el sayo la suerte
está echada resta el gesto de la mano
la espalda brilla tal vez por un instante

todavía el viejo lo distingue atraviesa
el trigal la lejanía no ha borrado aún
del todo ese destello pertinaz pegado
al párpado el adiós que asciende

tórtolas más arriba contempla
parsimonioso el halcón y su caída
el ojo ya nada alcanza a ver
ni el ave ni el hijo ni la presa.
 

Guaraguao, Revista de Cultura Latinoamericana, n° 68, CECAL, Barcelona, 2021


Ulises

Va a soñar entre los picos de las gaviotas
que vienen a sus pies por las migajas
nadie asome a perturbar su somnolencia
a solas rumia el chasquido de las madreperlas
enhiesto marino que enhebra sus leyendas
de corsario de puertos lejanos
viejo es su hábito de esconderse con los pájaros
en él nada queda de la ostentosa astucia
y el olvido jubila sus Calypsos sus Penélopes
ya sólo el sueño saquea sus andrajos.

Poemas de un mal tiempo para la lírica, Universidad Central de Ecuador, 1980




Foto: Luis Argüello/Universidad y Sociedad
 
 
(Fuente: Campo de maniobras)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario