XV
En el rincón aquel, donde dormimos juntos tantas noches, ahora me he sentado a caminar. La cuja de los novios difuntos fue sacada, o tal vez qué habrá pasado. Has venido temprano a otros asuntos, y ya no estás. Es el rincón donde a tu lado, leí una noche, entre tus tiernos puntos, un cuento de Daudet. Es el rincón amado. No lo equivoques. Me he puesto a recordar los días de verano idos, tu entrar y salir, poca y harta y pálida por los cuartos. En esta noche pluviosa, ya lejos de ambos dos, salto de pronto... Son dos puertas abriéndose cerrándose, dos puertas que al viento van y vienen sombra a sombra.
En Trilce
(Fuente: Aire nuestro)
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