Una carta
Queridos filósofos: pensar me pone triste.
¿A ustedes les pasa lo mismo?
Justo cuando estoy por hincarle el diente al noúmeno,
Viene alguna antigua novia a distraerme.
“¡Ni siquiera está viva!” le grito al cielo.
Fue la luz invernal la que me llevó para ese lado.
Lo que vi fueron camas cubiertas de idénticas mantas grises.
Vi tipos de aspecto lúgubre que sujetaban a una mujer desnuda
Mientras la manguereaban con agua fría.
¿Lo hacían para calmarla o era un castigo?
Fui a visitar a mi amigo Bob que me dijo:
“Alcanzamos lo Real cuando superamos la seducción
De las imágenes”.
Me puse contento, hasta que me di cuenta
De que nunca voy a ser capaz de semejante ascetismo.
Me descubrí mirando por la ventana:
El padre de Bob estaba paseando al perro.
Se movía con dolor, el perro lo esperaba.
No había nadie más en el parque,
Solo árboles desnudos en una infinidad de formas trágicas
Que complicaban el pensamiento.
Versión: Isaías Garde
A Letter
Dear philosophers, I get sad when I think.
Is it the same with you?
Just as I’m about to sink my teeth into the noumenon,
Some old girlfriend comes to distract me.
»She’s not even alive!« I yell to heaven.
The wintry light made me go out of my way.
I saw beds covered with identical gray blankets.
I saw grim-looking men holding a naked woman
While they hosed her with cold water.
Was that to calm her nerves, or was it punishment?
I went to visit my friend Bob who said to me:
»We reach the real by overcoming the seduction
of images.«
I was overjoyed, until I realized
Such abstinence will never be possible for me.
I caught myself looking out the window.
Bob’s father was taking their dog for a walk.
He moved with pain; the dog waited for him.
There was no one else in the park,
Only bare trees with an infinity of tragic shapes
To make thinking difficult.
(Fuente: Basta de texto)
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