LOS PÁJAROS DESPIERTAN A LAS MAÑANAS
Había encontrado este fragmento:
"Ya los pájaros despertaron a los trenes
que andan desatados esgrimiendo
el poder de fuego de sus bocinas y motores
El día está en marcha"
Me senté en el jardín y no me llevó mucho tiempo
esta comprobación trascendente:
sin los pájaros no se despiertan las mañanas.
Es otra cosa lo que hacen:
están despiertas sin haber despertado.
La filosa pregunta de Pessoa
"¿cuándo despertaré de estar despierto?",
al fin encontraba una posible respuesta:
"cuando canten los pájaros".
Sacan a la mañana de su estado neutro.
La encienden por todos lados.
Hasta entonces: apagada, por más sol que sobrase.
Mirándolos 'operar'
minúsculas naves aéreas
se aprende algo:
¡SABEN volar!
Retorno y revisión de la evidencia:
los pájaros SABEN volar
Nunca se equivocan, no chocan contra nada,
mucho menos entre ellos.
Giro largo a la izquierda, giro cortito a la derecha.
Inmediatez absoluta.
SABEN lo que pueden hacer y lo que no.
Sin pensar. Sin aprender. SABEN.
Otra cosa notable es que, salvo por las aves depredadoras,
todas las especies conviven sin molestarse entre sí.
Si vienen a comer las moras que cayeron del árbol,
cada una hace lo suyo, no importa el tamaño.
Palomas, pechos rojos, zorzales, gorriones, colibríes:
ojos atentos al peligro SIEMPRE, pero no entre ellos.
Van y vienen. De pronto, sin ninguna orden visible o
sonora, emerge una bandada numerosa de un árbol.
Este pecho gris se para acá, salta allá,
vuela corto a otro lado, recorre.
No parece tener nada que ver con la comida.
Tampoco ese volar tan sencillo, en largas ondas,
bastante alto,
y, en apariencia, inmensamente placentero
que realizan al atardecer los gorriones
tiene una explicación.
No habría nada de malo
ninguna clase de horror
en pasar de la vida a la muerte
sentado
en ese silencio maravilloso
de ver volar a los gorriones
sin entender
ni pensar
en lo que hacen.
(Fuente: Idiomas olvidados)
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