No escuché los cuentos de Ossian
No escuché los cuentos de Ossian
Ni probé el antiguo vino:
¿Por qué se me aparece el claro del bosque
Y la sangrante luna de Escocia?
Y el contrapunto del arpa y el cuervo
Me suena en el silencio maldito.
Con el viento agitando las bufandas
¡Pendones de guerreros fulguran con la luna!
He recibido una bendita herencia:
Los sueños errantes de extraños cantores.
El parentesco y la aburrida vecindad
Nosotros despreciamos libremente.
Y puede suceder: más de un tesoro
Saltando a los nietos, pase a los bisnietos
Y de nuevo el escaldo componga esa canción extraña
Y la interprete como si fuera propia.
(Fuente: Buenos Aires poetry)
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