lunes, 26 de febrero de 2024

Ledo Ivo (Brasil, 1924 - España, 2012)

 

  EN LA MONEDA PERDIDA

 







JUSTIFICACIÓN DEL POETA




Padre, mis pensamientos no caben en tu sala con el sereno

piano

a un lado y las oscuras sillas solas cerca de la ventana

mis inquietos pensamientos no caben en la salita con flores

muriendo en los jarrones y paisajes que sonríen en sus

marcos

deja que se amplíen más allá de las cortinas azules y

caminen

allende las ventanas abiertas

deja que se confundan con el calmo claro de la luna

no te importe si los demás se asombran de tu hijo de vivos

ojos

y cabellos siempre despeinados

no te importa si recito poemas cuando la noche car

el tiempo no existe en el alma del poeta

todo es universal y comprende todos los tiempos

los poetas, padre mío, son los corazones del mundo

vacilante

no importa, padre, que digan que soy un loco

que lloro debruzado en los puentes y me conmuevo en los

teatros

que pregunto por la oscura Adriana cuando la madrugada

baja

en silencio

en silencio

los poetas son los pianos del mundo

sólo ellos se mantendrán inalterables ante las musas, ante

Dios

sólo ellos tendrán la noción de la agonía del mundo

ayer un niño español fue destrozado por una bomba

mañana se encontrarán poemas en el bolsillo del suicida

soñador

y mientras tanto los guindastes trabajan incansablemente día

y noche

y los obreros fatigan brazos y piernas

ninguna oscilación habrá en la Poesía

quedará en equilibrio porque los ritmos la amparan

y Adriana no se prostituye.


Soy un comicio. Soy una revolución.




Ledo Ivo

La moneda perdida


Traducción y edición de Amador Palacios


Olifante Ediciones de Poesía

 

(Fuente: Papeles de Pablo Müller)



 

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