Al detenerse junto al bosque una noche que nieva
Creo que sé de quién es este bosque.
Pero, como su casa está en el pueblo,
no va a advertir que me detengo acá
a ver como en su bosque cae la nieve.
Mi caballito ha de pensar que es raro
hacer un alto en medio de la nada,
entre el bosque y el río que se heló,
la noche más oscura de este año.
Sacude los cencerros del arnés
preguntando si no hay algún error.
Fuera de eso, únicamente se oye
el viento suave y la mullida nieve.
Qué hermoso el bosque, oscuro y bien tupido,
pero quedan promesas por cumplir
y kilómetros antes de dormir,
y kilómetros antes de dormir.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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