Punta del Diablo. La tormenta
los pájaros ateridos meciéndose en los cables negros de la electricidad.
las ramas sacudidas por ráfagas de viento
que llegan del mar
en rachas.
las hojas arrastradas y elevadas con súbito furor.
las gotas de lluvia que golpean con insistencia en las ventanas.
nada de eso te compete. te encoges de hombros ante la adversidad.
con pericia y aire absorto preparas
té
y lo sirves en tazas desportilladas.
miro tus manos
diestras
tu manera de ensimismarte en el trabajo mínimo
que emprendes
con tanta seriedad.
tal vez mañana debamos evacuar el pueblo.
tal vez la tormenta aumente.
tal vez amaine.
yo sigo pendiente de tus pasos
desnudos
esta noche
en las maderas del piso.
( de Lo efímero y otros poemas inestables. Ediciones En Danza)
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