Poemas chinos
La Gran Muralla
No es su costumbre,
pero la garza amarilla desplegó sus alas e inició anoche un vuelo nocturno.
No es frecuente en China;
pero a veces ocurre que alguien desarma la Gran Muralla
para que el corazón quede expuesto
y pueda volver a amar.
Yuan Ho. Dinastía Han.
Despedida flotante
Hace once años que partiste.
Nadie toca ese laúd pintado de rojo
pero yo todavía escucho su despedida flotante.
Los caballos pasaron ayer frente a la casa donde vivo;
sin embargo, el coral aún tintinea sobre mi mesa.
La tarde no ha terminado
y el campesino sigue empeñado en el arrozal.
Ni la más severa disciplina logró dispersar la niebla de la mañana,
que conservo en el hueco de mi mano.
Yang Ch’eng. Dinastía T’ang.
El rey Ch’in quema libros y construye murallas
El rey Ch’in quema libros y construye murallas;
pero la nieve de las cuatro montañas aún no se ha fundido,
pese al estío.
El rey Ch’in lleva un trozo de jade desde su nacimiento;
pero entre los cañaverales una mujer ha parido.
El rey Ch’in ha escrito la Historia, con finos caracteres,
sobre papel de arroz;
pero Confucio dijo: “Odio el color púrpura
porque se confunde con el color rojo”.
Los emperadores Yao y Shun, sonríen.
Yen Ts’anglang. Dinastía Ch’i.
(Fuente: Biblioteca Ignoria)
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