LA ÚLTIMA CALAVERADA
a las órbitas de los ojos azules de mi hermano Andrés Chabrillón,
en donde la Kabala ha hecho con sus tétricos versos gestar las sombras
y la noche; la gloria, el gusano y el sol.
I
Mi buena calavera en su misterio
escucha que un badajo la reclama,
que hay algún cuervo asido de la rama
en que ella es como el fruto del misterio;
escucha que un badajo la reclama,
que hay algún cuervo asido de la rama
en que ella es como el fruto del misterio;
que es hostil, insinuante, que es muy serio
el fantasma habitual que eterno llama;
rojo con el carácter de la llama
cáustico y procaz como un cauterio
el fantasma habitual que eterno llama;
rojo con el carácter de la llama
cáustico y procaz como un cauterio
Mi pobre calavera se devana;
llama la policía siempre vana
quien reaporta el enigma de la esfinge;
¿Qué es la vida?: la vida? ¿qué es la vida?
y una gota de sangre va perdida
a inquietar en su mal a una meninge.
y una gota de sangre va perdida
a inquietar en su mal a una meninge.
II
Mi torva calavera irreverente
que aún cubierta por pellejo aterra,
quisiere que volcara la simiente
de sus misericordias por la tierra.
que aún cubierta por pellejo aterra,
quisiere que volcara la simiente
de sus misericordias por la tierra.
Ah!... nadie la ha escuchado; fue una perra
sarnosa en un umbral falto de gente,
y nadie aún ha sabido el bien que encierra
bajo el tacho abollado de su frente.
sarnosa en un umbral falto de gente,
y nadie aún ha sabido el bien que encierra
bajo el tacho abollado de su frente.
Ni la desconocida que intranquila
abrió la jaula azul de su pupila
y abandonó un deseo la crisálida;
abrió la jaula azul de su pupila
y abandonó un deseo la crisálida;
tornó á buscar después mi calavera
maguer deposité mi postrimera
lágrima, allá en su mano verde pálida.
maguer deposité mi postrimera
lágrima, allá en su mano verde pálida.
III
Mi hermosa calavera es una intrusa
en el común osario de la vida;
está como una bomba regicida
llena de sueños, visionaria, ilusa.
en el común osario de la vida;
está como una bomba regicida
llena de sueños, visionaria, ilusa.
En sus órbitas puso una lechuza
la gran poesía de la noche ida
con el cortejo báquico y panida,
satélite al fantasma de la Empusa.
la gran poesía de la noche ida
con el cortejo báquico y panida,
satélite al fantasma de la Empusa.
Mi hermosa calavera es amuleto
que a la belleza por su bien, debida
ofrenda, ante sus mármoles depongo.
que a la belleza por su bien, debida
ofrenda, ante sus mármoles depongo.
En el inmenso y sáphico secreto
será así la maceta prometida
donde abrirá mi libro como un hongo.
será así la maceta prometida
donde abrirá mi libro como un hongo.
Buenos Aires—1910.
(De: La sombra de la empusa; París, 1910)
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