Una poesía que sea un santuario en ruinas
Una poesía que sea un santuario en ruinas
a punto de renacer.
Seca, ardua, indigerible y mala, muy mala,
como el veneno. Un canto. Que desgarre
la superficie de lo neutro. El ruido de una roca
partiéndose a causa del agua congelada
que estalla en el vidrio de tu alucinación.
La rotura de mi clavícula en aquel accidente
automovilístico: el instante en el que se comienza
a rebotar sin control dentro de la cabina del auto
antes de perder la conciencia y el miedo.
De El poder de unos límites
(Fuente: Música rara blog)
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