sábado, 5 de octubre de 2024

Emilio Prados (España, 1899 - Méxoco, 1962)

 

IV – Andando andando por el mundo


Andando andando sobre el mundo se llega,
con el mundo se asciende a sus altos confines:
andando andando donde duermen los hombres,
donde cuelgan sus manos como largos balidos.

Andando andando por el dolor se entiende,
en las ínfimas salas en que crujen sus lechos;
andando andando por las desiertas calles
en las interminables colas que aguardan en los muelles.

Andando andando esa otra piel más íntima;
esas voces que alumbran los labios que no ignoran,
esa carne que busca su refugio en la noche:
andando andando por el sueño se entiende…

Andando andando por el suelo se siembra,
con el suelo se escucha el rumor de las sombras:
esos lentos caballos que su olvido caminan
porque no es todo el cielo esa nube que cruza…

He vivido, he soñado, he pensado que he muerto
como ese estiércol que fermenta bajo la luz fecunda de la aurora.
Aún ando entre las colchas sucias y las tabernas que no cierran,
para sentir mejor en mi garganta el sabor de la leche.

Andando andando por el cuerpo se llega;
por el cuerpo se duerme sobre el calir mullido de los establos.
Andando andando por la tierra se quiebran
los más débiles tallos de una fruta que nace.

Andando andando como una fuente fluye,
como la sangre erige al acero en el aire,
andando andando sobre el mundo se entiende:
no es el amor tan sólo lo que se para en nuestros ojos.

 

(Andando, andando por el mundo) 1930-1935


)Fuenye: Life vest under your seat)

 

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