tiraré mi cabeza al mar
antes vaciaré su contenido para que lo coman los peces
fauna y flora marina
la rodearán de belleza
conocerá lo que no ha conocido nadie
y no podré contarlo
vagaré después descabezado
por los caminos y ciudades
no reconoceré a nadie
ni a él
ni a ella
un perro me seguirá
sin discriminarme
no me enteraré
pero al menos serán felices los paisajes
un hombre que ya no come
que ya no piensa
no podrá jamás extender su imperio
me detendré al pie del monte
y daré un dedo a mi perro
lo comerá feliz
como los peces que se encargan de mis ojos
No hay comentarios:
Publicar un comentario