sábado, 12 de octubre de 2024

Ricardo Domeneck (Brasil, 1977)

 Domeneck, Ricardo | NIAS

 

Los quehaceres domésticos

 

 

“Ha de nacer de nuevo el micondó:
  bello, imperfecto, en medio de la quinta”
   Conceição Lima (Santo Tomé y Príncipe, 1961)




A nosotros nos toca decir que volverán
a brotar el cedrón, la hierbabuena, el boldo,
para los intestinos, los riñones, los hígados 
de la familia muerta ya por la mitad, aunque regasen sal
sobre la tierra de las quintas que ocupó el usurero;
y decirlo en un ritmo que le quede a una canción de cuna. 

Que con sus propias manos la abuela va a quebrarles 
el cogote a los pollos del corral para hacer una sopa
que alimente por varios días a las mujeres en puerperio,
que al dar a luz indemnizaron a la familia por tanto velorio,
aunque de esas arrugas queden sólo carpos y metacarpos 
de calcio blanquecino en el panteón del clan.

Y que el abuelo muerto va a volver en un sueño para despotricar,
hasta que cambie de color la bandera del país,
contra estos mal nacidos que no paran de causarles
disgusto tras disgusto a sus antepasados 
que cruzaron el mar no solamente para que la desgracia
cambiase el pasaporte y la vegetación de fondo.

A nosotros nos toca decir que los abuelos secuestrados
de ultramar se van a liberar en nuestros cuerpos,
y que nuestros ancestros de este lado del Atlántico
van a recuperar su pedacito de tierra negra,
y juntos, entre la hierbabuena, el boldo y el cedrón, van a pasarse
de mano en mano las tazas de la salud, que nos esquiva. 
 
 
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg 

 

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