Una mujer puede
Una mujer puede cantarle a su
casa
a la silla
a la pata de la silla
o a su mesa
a todo cuando vive y existe
a la intimidad y al deterioro
al silencio... sobre todo el
silencio
a lo que ha callado durante
tantos siglos y ahora nombra
Una mujer puede escribir
cualquier cosa
escribir, por ejemplo, de
todo lo que no han dicho sus predecesoras
hablar del mar, de las
sombras, de la luz
del dolor que siempre le
acompaña
de la canción no aprendida
por la estrella
del escandaloso río que lleva
en su espalda
del pan que amasa, del fruto
que arde
de la violencia que la ha
roto en mil pedazos
porque una mujer libre puede
hablar de su sangre
y de su muerte
de lo que oculta debajo de su
falda
del vacío, de todos los
vacíos
y de la jaula del pájaro que
habita su cabeza
Una mujer puede cantarle al
amor y a la patria
como le canta al sexo y a la
piedra
como le canta al miedo que la
oprime
al espejo que la empequeñece
cada día
al desastre, a la fiebre y al
delirio
Una mujer puede escribir
sobre el padre y burlarse de los dioses
puede además cerrar los ojos
y derramar alguna lágrima
puede permitirse parir y
tener hijos
o clausurar su útero con
ceniza y aguacero
puede, también le está
permitido
rescatar el lenguaje, amarlo
o desmembrarlo sin piedad en
un poema
Una mujer que le canta a su
casa
a la silla
a la pata de la silla
o a su mesa
puede escribir de la negación
o el reconocimiento
puede consumarlo todo,
beberlo todo
orarle a Dios o desafiar a la
manada
porque una mujer que canta ya
no es sombra, ni cárcel, ni cerrojo
sino una ventana desde la que
se reparan todos los silencios
y se construyen al fin todas
las palabras.
(Fuente: Poesía de El Toro de Barro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario