La guerra social
ay una guerra eterna entablada
entre los amos y esos oprimidos
que con miedo, engaño y espada
ves en dócil rebaño convertidos;
son más y ganarían la batalla,
pero arrastran cadenas y dogales;
culpable es el que sufre si se calla
pudiendo plantar cara a sus males.
En un imán siempre hay sólo dos polos
y no hay tampoco más en esta lucha;
los que median con largos protocolos,
acabarán poniendo al fin su hucha.
Hoy nos domina una inconsciencia tal
que culpamos al pobre de su estado:
nadie habla de la gran guerra social,
porque los poderosos la han ganado.
Jesús Aller. Los libros muertos. Ed. KRK. 2019
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