lunes, 17 de febrero de 2020

Charles Simic (Serbia, 1938)



SOBRE MÍ MISMO


Soy el rey sin corona de los insomnes
que aún lucha contra sus fantasmas con una espada.
Un estudiante de techos y puertas cerradas
que apuesta a que dos y dos no siempre son cuatro.
Una vieja alma que feliz toca el acordeón
en el turno del cementerio en la morgue.
Una mosca que escapa de la cabeza de un loco
y descansa en la pared junto a su cabeza.
Descendiente de curas de aldea y herreros:
un reticente ayudante de dos
ilusionistas famosos e invisibles,
uno llamado Dios, el otro Demonio, asumiendo, por supuesto,
que yo sea la persona que me digo ser.





EL DICCIONARIO


Tal vez haya alguna palabra por ahí
que describa el mundo tal y como es esta mañana,
una palabra para cómo la luz temprana
se deleita en apartar la oscuridad
de los escaparates y los portales.
Y otra palabra para el modo en que se detiene
sobre un par de gafas de alambre
que alguien perdió en la acera
la noche pasada, tambaleándose a ciegas
hablando consigo mismo o rompiendo a cantar.


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